El presidente venezolano, Nicolás Maduro, destacó que la inflación anual del país cerró en 48% durante 2024, cifra que representa la más baja en más de una década.
Según cifras oficiales, la inflación de 2024 disminuyó respecto al 189.8% registrado en 2023, año que había sido señalado como el punto de menor inflación desde que Venezuela logró salir de una prolongada hiperinflación.
Sin embargo, estos números contrastan con los registros históricos de 2018, cuando el país alcanzó una inflación de 130,000%, una de las más altas a nivel global.
En su intervención ante la Asamblea Nacional, Maduro reafirmó su compromiso de erradicar la inflación para 2025, aunque no proporcionó detalles sobre cómo planea lograrlo:
“Hemos superado momentos difíciles y estamos avanzando hacia la estabilidad económica definitiva. Este es el resultado de las políticas que hemos implementado”,
Entre las medidas que su gobierno ha aplicado en los últimos años se encuentran el anclaje del tipo de cambio, la dolarización parcial del mercado interno y estrictas limitaciones al gasto público.
A pesar de estas políticas, expertos señalan que la mejora económica no ha tenido un impacto directo en las condiciones de vida de la población.
Además, Maduro prometió el miércoles “mejorar sustancialmente” el salario y otros beneficios de los trabajadores para incrementar su poder adquisitivo.
Maduro afirma que Venezuela crece, pero no ofrece pruebas
La crisis económica y social, caracterizada por una creciente desigualdad, salarios en bolívares erosionados por la inflación y precios referenciados en dólares, ha obligado a más de siete millones de venezolanos a emigrar en busca de estabilidad.
Maduro aseguró que en 2023 la economía venezolana creció 9%, aunque no ofreció información adicional que respalde esta afirmación. Por otro lado, el Producto Interno Bruto (PIB) del país ha registrado una contracción acumulada del 71% en la última década.
Aunque las autoridades electorales —cercanas al oficialismo— lo declararon ganador el pasado 28 de julio, el proceso careció de transparencia, ya que no se presentó un desglose detallado de los votos.
En contraste, Edmundo González, opositor y exdiplomático, es reconocido como presidente legítimo por varios países de Europa, América Latina y Estados Unidos, quienes avalaron las pruebas que lo señalan como ganador con una ventaja de más de dos a uno sobre Maduro.