En las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, decenas de veteranos votaron por Donald Trump, como fue el caso de Nathan Hooven, un veterano discapacitado de la Fuerza Aérea.

Al votar por el republicano, Hooveen y muchos más pensaron que las cosas para ellos mejorarían. Sin embargo, solo tres meses después, se encuentra desempleado y con un sentimiento de traición debido a los recortes en el gobierno federal impulsados por la nueva administración, que le costaron su trabajo.

Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero, se han producido despidos masivos en el sector público, impactando especialmente a los veteranos, quienes representan alrededor del 30% de la fuerza laboral federal. 

Aunque no hay cifras exactas, estimaciones de legisladores demócratas sugieren que miles de veteranos podrían haber perdido su empleo, una situación que podría ir de mal en peor.

El Departamento de Asuntos de Veteranos (VA), uno de los principales empleadores de veteranos, planea una reestructuración que contempla la eliminación de más de 80 mil puestos de trabajo, según un documento interno obtenido por The Associated Press. Actualmente, más del 25% de los trabajadores del VA son veteranos.

Despidos que sienten como un disparo por la espalda 

Varios veteranos que respaldaron a los candidatos de ambos partidos (Trump y Harris) expresaron su indignación tras perder recientemente sus empleos, sintiéndolo como una traición a su servicio militar. 

Lo que más les molesta es la forma en que ocurrió: fueron despedidos a través de un correo electrónico que mencionaba un supuesto bajo rendimiento laboral, a pesar de que, según ellos, habían recibido evaluaciones positivas en sus funciones.

James Stancil, un veterano del Ejército de 62 años, perdió su empleo como técnico de suministros en un hospital del VA en Milwaukee, una sensación que describe como si le hubieran disparado y tirado de un helicóptero.

“Me han tomado por sorpresa. Fui despedido sin previo aviso, injustamente, en función de una mentira de que soy un trabajador mediocre y de bajo rendimiento en mi trabajo”, declaró Stancil, quien apoyó a Kamala Harris el año pasado.

Stancil considera que lo más apropiado es que Donald Trump se disculpe públicamente con los veteranos despedidos.

Esta semana, Alina Habba, una ex miembro del equipo legal personal de Trump que ahora trabaja como consejera en la Casa Blanca, defendió los recortes.

“Tenemos dólares de los contribuyentes, tenemos una responsabilidad fiscal de usar los dólares de los contribuyentes para pagar a las personas que realmente trabajan. Eso no significa que olvidemos a nuestros veteranos, de ninguna manera. Vamos a cuidar de ellos de la manera correcta. Pero quizás no estén en condiciones de tener un trabajo en este momento, o no estén dispuestos a venir a trabajar”.

Según AP VoteCast, una encuesta realizada en los 50 estados de Estados Unidos en las elecciones de noviembre: 6 de cada 10 votantes veteranos apoyaron al republicano, mientras que 4 de cada 10 se inclinó por la demócrata, Kamala Harris.