El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su país brindará asistencia a Myanmar tras el devastador terremoto de magnitud 7.7 que sacudió la región el viernes.

“Vamos a ayudar”, declaró Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, sin detallar las formas específicas en que se concretará el apoyo.

Posteriormente, reiteró que su administración estaba en contacto con las autoridades de Myanmar para coordinar la asistencia, mientras la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) comenzaba a evaluar las necesidades en la zona afectada.

El sismo dejó un saldo de al menos 144 personas fallecidas y más de 730 heridas, según el gobierno militar de Myanmar.

Los temblores también se sintieron en Tailandia, pero el impacto más grave se registró en Myanmar, donde la infraestructura ya estaba debilitada por la guerra civil y el aislamiento económico.

Myanmar pide ayuda global tras devastador terremoto

En respuesta a la crisis, el gobierno militar declaró el estado de emergencia y advirtió que la cifra de víctimas podría aumentar a medida que avanzan las labores de rescate.

En un hecho poco común, el líder militar de Myanmar, Min Aung Hlaing, solicitó abiertamente ayuda internacional en un discurso nocturno.

“Invitamos a todas las organizaciones y naciones dispuestas a asistir a nuestro pueblo”, expresó. Su llamado subraya la magnitud del desastre y la falta de recursos para hacerle frente.

La ONU también anunció su apoyo, con el secretario general António Guterres declarando que la organización está “movilizando recursos en el sudeste asiático para ayudar a los necesitados”.

Se espera que la asistencia internacional se enfoque en suministros médicos, refugios temporales y artículos de primera necesidad para los afectados.

Rescate en Myanmar: desafíos y contrastes con Tailandia

Las labores de rescate han puesto en evidencia el contraste entre Myanmar y su vecino Tailandia. Mientras que en este último las autoridades desplegaron equipos de emergencia con rapidez, en Myanmar la respuesta ha sido caótica.

La limitada infraestructura y la falta de fondos dificultan las operaciones de rescate, con carreteras bloqueadas y edificios derrumbados que impiden el acceso a las zonas más afectadas.

Las réplicas continúan siendo una preocupación para los residentes y los equipos de emergencia. A medida que la ayuda internacional comienza a llegar, la situación humanitaria en Myanmar sigue siendo crítica.

En los próximos días, se determinará la efectividad de los esfuerzos de rescate y la capacidad del país para recuperarse de esta catástrofe.