Por su labor en la defensa de los pueblos indígenas de Chiapas, el párroco tsotsil Marcelo Pérez Pérez fue asesinado la mañana de este 20 de octubre, a unos metros de la parroquia del barrio de Cuxtitali en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, sur de México.
De acuerdo a las primeras declaraciones, el sacerdote salió del recinto tras oficiar la primera misa del domingo, se subió a su vehículo varado en la calle La Pera esquina con calle Franz Bloom. Segundos después recibió varios disparos con arma de fuego.
El estruendoso sonido alertó al barrio organizado de Cuxtitali y de inmediato se dieron cita vecinos y religiosos que se aproximaron para dar aviso a las autoridades y despedir al padre con rezos y cantos.
La Fiscalía de Asuntos Especiales y Distrito Altos realizó lo correspondiente al levantamiento del cuerpo que se encontró al interior de una camioneta marca Ford Titanium color blanco, con placas de circulación del estado de Chiapas. Así mismo inició la indagatoria, pero hasta ahora no hay detenidos.
Cuando el Servicio Médico Forense (Semefo) trasladó a Pérez Pérez la multitud que se hizo presente se despidió con lágrimas, velas y ¡vivas!. Después colocaron una bandera blanca en el campanario de la parroquia de Cuxtitali.
“Me siento muy afligido por la muerte del padre Marcelo. Por la forma en que estaba la camioneta, salía de Cuxtitali para ir a la parroquia de Guadalupe y el cristal de la parte del chófer estaba acribillado, con varios disparos. Yo vi la camioneta y ahí estaba el cuerpo adentro. Él andaba con seguridad pero no día y noche”, dijo Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez durante la misa del mediodía.
El representante de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas dijo que el párroco será velado en la iglesia de Guadalupe de la misma ciudad. Agregó que están dispuestos a perdonar a los homicidas y a quien los mandaron, pero hizo un llamado a recapacitar sobre este acto y continuó el llamado por la paz en Chiapas.
El peregrinar por la justicia
Marcelo Pérez Pérez era originario de San Andrés Larráinzar, en los Altos de Chiapas. Fue párroco de la iglesia de San Antonio de Padua de Simojovel donde en marzo de 2015 convocó a una Magna Peregrinación para pedir por la paz y la justicia en el municipio.
La manifestación pacífica fue acompañada por miles de feligreses y pobladores de distintos municipios de Chiapas, que caminaron 121 kilómetros durante una semana hasta llegar al Palacio de Gobierno en Tuxtla Gutiérrez.
Entonces no hubo respuesta del gobierno de Manuel Velasco Coello, pero tal fue la incomodidad que provocó la movilización que las amenazas incrementaron contra el padre Marcelo.
A pesar de este contexto, el sacerdote decidió apoyar la causa de 31 recién nacidos de la comunidad La Pimienta, afectados por la aplicación de vacunas contaminadas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en mayo del mismo año (2015).
No desistió y buscó justicia para dos bebés que perdieron la vida y atención médica para 29 bebés que quedaron con secuelas. Las amenazas siguieron, por lo que los propios feligreses le brindaban seguridad al Pérez Pérez dentro y fuera de la parroquia o el municipio.