La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo , realizó una visita a Acapulco, Guerrero, para ofrecer un informe detallado sobre las acciones implementadas tras el paso del huracán “John” que dejo graves estragos en las costas mexicanas.

Este fenómeno meteorológico dejó una huella significativa en varias regiones, especialmente en los estados de Guerrero y Oaxaca, donde se han llevado a cabo esfuerzos extraordinarios para la recuperación y rehabilitación.

¿Cuánto dinero ha sido destinado a Guerrero y Oaxaca por el huracán “John”?

Durante su intervención, Sheinbaum destacó que el gobierno federal ha destinado más de 6 mil millones de pesos en Guerrero y 1,055 millones de pesos en Oaxaca para atender las necesidades urgentes derivadas del desastre natural. Estas inversiones están orientadas a la limpieza de escombros, rehabilitación de caminos, restauración del suministro eléctrico y otros servicios básicos que fueron severamente afectados.

La presidenta mexicana subrayó la importancia de estas acciones no solo para restablecer la normalidad en las comunidades impactadas, sino también para fomentar un sentido de esperanza y resiliencia entre los habitantes de Guerrero y Oaxaca.

“El día de hoy podemos decir que la emergencia ha terminado y que pasamos a la siguiente etapa”, afirmó Sheinbaum. Sin embargo, enfatizó que esto no significa que el apoyo haya concluido.

Apoyos en Guerrero van a continuar, asegura Sheinbaum

A pesar de que se declare el fin de la emergenciaSheinbaum aseguró que los apoyos continuarán. “Para todos los habitantes de Guerrero y Oaxaca que saben que tienen que recibir apoyos, esto no se ha terminado”, indicó. Los esfuerzos se centrarán en un plan original que incluye asistencia para la limpieza y, posteriormente, apoyos adicionales para la vivienda según lo determinado por un censo que aún se encuentra en curso.

La presidenta también mencionó que se están implementando estrategias para garantizar que las comunidades no solo se recuperen, sino que también se fortalezcan ante futuros desastres. Esto incluye inversiones en infraestructura resiliente y programas de capacitación para los habitantes locales.