La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su desacuerdo con la reciente decisión del estado de Nayarit de prohibir los “narcocorridos” y otros géneros musicales que, según las autoridades locales, fomentan la violencia.
La mandataria dejó clara su postura durante su conferencia matutina de este viernes, argumentando que la censura no es la mejor solución para abordar este fenómeno cultural.
“No estoy de acuerdo con prohibir”, afirmó al referirse al decreto estatal que impide la reproducción e interpretación de “corridos tumbados” y otros géneros similares en eventos públicos.
La medida sigue la tendencia de otros gobiernos locales, como el de Tijuana y Chihuahua, que implementaron restricciones similares en los últimos años.
En lugar de prohibiciones, Sheinbaum propuso fomentar alternativas musicales que alejen el foco de la violencia. Como ejemplo, mencionó el festival de música regional que se promueve en el estado de Durango con apoyo del gobernador, quien también es cantante.
“Estoy de acuerdo en la concientización, en la educación, en abrir nuevas formas de corridos tumbados que no tengan nada que ver con enaltecer la violencia, las drogas o la discriminación a las mujeres”, explicó.
Auge de los corridos tumbados y la controversia por su contenido
Los corridos tienen una larga historia en México, con raíces que se remontan al siglo XIX.
Durante la Revolución Mexicana (1910-1917), estas composiciones narraban hazañas de líderes y batallas. Con el tiempo, el género evolucionó y, en años recientes, los llamados “corridos tumbados” cobraron gran popularidad, fusionando la música tradicional con elementos urbanos como el rap y los sonidos electrónicos.
Sin embargo, la creciente influencia de estos géneros también ha generado preocupación.
En 2023, la ciudad de Tijuana prohibió los “narcocorridos” en espectáculos públicos, especialmente después de que conciertos de Peso Pluma y Fuerza Regida fueran cancelados debido a presuntas amenazas del crimen organizado.
La alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, incluso pidió investigar a los promotores de estos artistas, argumentando que ‘le cantan expresamente a un grupo criminal’.
En Chihuahua, el ayuntamiento tomó medidas similares, prohibiendo desde 2023 los conciertos de reggaetón y “narcocorridos”, e imponiendo sanciones económicas a artistas como Natanael Cano por incumplir la normativa.