A punto de cumplir 70 años, Bill Gates comparte en sus nuevas memorias, ‘Source Code: My Beginnings’ (Código Fuente: Mis inicios), una mirada introspectiva a los momentos y personas que moldearon su pensamiento y trayectoria.

En este primer volumen de una trilogía, el fundador de Microsoft revela cómo su infancia, amistades y desafíos emocionales contribuyeron a su evolución, desde un niño prodigio hasta un influyente líder tecnológico y filántropo.

Gates ahonda en su forma de procesar la información y en las experiencias que lo marcaron, como la muerte de su mejor amigo en la adolescencia y el nacimiento de Traf-O-Data, la startup que creó junto a Paul Allen en Albuquerque.

Este proyecto pionero, centrado en el desarrollo de software para la computadora Altair, sentó las bases de Microsoft en 1975, cuando la compañía registró ingresos modestos de 16.005 dólares y pagaba a sus fundadores sólo 9 dólares por hora.

Para 1977, Microsoft ya tenía suficiente impulso para que Gates abandonara Harvard y, dos años después, trasladara la empresa a su ciudad natal, Seattle. Hoy, aunque Gates dejó la dirección de Microsoft hace 25 años, su legado sigue vigente en una compañía que genera 212 mil millones de dólares anuales y tiene un valor de mercado de 3,1 billones. 

El libro se detiene en 1979, justo cuando Gates regresa a Seattle, dejando fuera episodios clave como su matrimonio y divorcio con Melinda French. 

A lo largo del relato, el autor se describe como un joven brillante pero socialmente torpe, con una personalidad intensamente enfocada en la lógica y la eficiencia. Criado en un hogar que fomentó su curiosidad intelectual, Gates reconoce ahora que era y sigue siendo neurodivergente, lo que lo llevó a desarrollar una profunda conexión con la programación desde temprana edad.

“No fue sino hasta que fui adulto que surgió esta idea de que hay niños que tienen este tipo de habilidad única para concentrarse pero menos habilidades sociales. Ciertamente yo estaría incluido allí. Aliento a las personas que tienen fortalezas y déficits a que encaminen su ambición a algo que tenga que ver con sus fortalezas. Poder pensar solamente en programación y cómo hacerlo mejor resultó ser invaluable para mí”.

Entre las anécdotas más reveladoras, Gates relata el impacto de la muerte de su amigo Kent Evans en 1972 y cómo este evento lo impulsó a fortalecer su relación con Paul Allen. 

También menciona su breve experimentación con LSD, su rivalidad con Steve Jobs y su obsesión por el éxito de Microsoft en su juventud.

Gates espera que ‘Código Fuente’ permita al público conocer una faceta más personal de su vida y pensamiento. Aunque reconoce que quizá nunca sea visto como un ícono cultural al nivel de Steve Jobs, confía en que su historia pueda generar un impacto significativo.