En una medida que marca un giro radical en la política comercial de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump ha puesto en marcha un arancel unilateral del 10% a las importaciones provenientes de numerosos países, medida que entró en vigor el sábado a las 12:01 a.m., hora del Este.
Esta decisión representa una ruptura con el sistema de comercio multilateral establecido tras la Segunda Guerra Mundial y plantea un desafío significativo para las relaciones económicas globales.
El arancel básico se aplica a productos provenientes de 57 de los principales socios comerciales de Estados Unidos, entre los cuales se encuentran potencias como China, la Unión Europea, Israel y Japón.
Además, a partir de la próxima semana, comenzarán a aplicarse aranceles adicionales más elevados, que van desde el 11% hasta el 50%.
La medida ha generado un desplome de los mercados internacionales, afectando tanto al índice S&P 500 como a los precios del petróleo y otras materias primas, mientras los inversionistas buscan refugio en la deuda pública.
Reacciones internacionales ante los nuevos aranceles de Trump
Los países afectados, incluidos Australia, Reino Unido y Brasil, se encuentran ante un cambio sísmico en las relaciones comerciales con Estados Unidos, lo que ha desatado reacciones de represalia, especialmente por parte de China, que ha implementado aranceles del 34% sobre productos estadounidenses, además de restricciones a la exportación de minerales estratégicos. En Europa, la Unión Europea enfrentará un arancel del 20% en sus importaciones a EE.UU.
Líderes internacionales, como el presidente francés Emmanuel Macron, han expresado su preocupación, sugiriendo que una guerra comercial global podría perjudicar a todos.
Por su parte, figuras como Elon Musk han abogado por una solución más libre de comercio entre EE.UU. y Europa, en contraste con la postura proteccionista de Trump. Mientras tanto, países como México y Canadá lograron evitar estos nuevos aranceles, aunque continúan con otras tarifas.
Esta medida marca el inicio de lo que podría ser una guerra comercial a gran escala, con repercusiones significativas en el comercio global. A medida que se avanza en la implementación de estas tarifas, el mundo se enfrenta a un escenario de creciente incertidumbre económica.