Durante su conferencia de hoy, la presidenta Claudia Sheinbaum compartió que durante su gira, un grupo de niños se le acercó para manifestar su molestia por la prohibición de comida chatarra en las escuelas de todo México.
La medida, que entró en vigor el 29 de marzo, busca mejorar la salud de la niñez mexicana al restringir la venta de productos ultraprocesados, ricos en azúcares, grasas y sodio, en los planteles del Sistema Educativo Nacional. Sin embargo, no todos la han recibido con entusiasmo. Aunque padres, madres y personal docente han mostrado apoyo, muchos estudiantes no están nada felices.
“Tres niños me dijeron ahora en una gira: ‘¿Por qué quitaste los dulces de las escuelas?’ Es muy importante que continúe la campaña para niñas y niños, sobre lo que representa una alimentación saludable y lo que implica el abuso (de alimentos chatarra)”, reveló la mandataria.
Sheinbaum detalló que México se encuentra entre los países con mayores índices de obesidad infantil en el mundo. En ese contexto, la iniciativa tiene como objetivo reducir el consumo de productos dañinos para la salud, como refrescos, golosinas y botanas procesadas, que contribuyen a enfermedades crónicas desde edades tempranas.
¿QUÉ BUSCA ESTA ESTRATEGIA NACIONAL?
La política pública impulsada por el gobierno tiene cuatro pilares fundamentales:
- Eliminar la venta de alimentos ultraprocesados en los centros escolares.
- Fomentar el consumo de agua natural entre los estudiantes.
- Capacitar al personal educativo en nutrición saludable.
- Promover la actividad física y una cultura de alimentación equilibrada.
Mario Delgado, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), afirmó que esta estrategia será obligatoria en todos los niveles educativos: básico, medio superior y superior. Además, señaló que la SEP cuenta con el respaldo legal necesario para garantizar su implementación, tal como lo establece la Ley General de Educación.
Antes de la entrada en vigor de la norma, datos de la Secretaría de Salud revelaban que el 98% de las escuelas vendían comida chatarra, el 95% ofrecía bebidas azucaradas y casi 8 de cada 10 permitían la venta de refrescos.
Las nuevas disposiciones, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 30 de septiembre pasado, buscan sentar las bases para una generación más saludable, desde las aulas.