En una emotiva escena que llenó de esperanza a miles de fieles, el Papa Francisco apareció este Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro a bordo del papamóvil al aire libre, saludando a la multitud congregada tras haber superado una delicada doble neumonía.

El Pontífice, de 88 años, fue visto sentado en una silla elevada en la parte trasera del tradicional vehículo blanco, mientras decenas de miles de católicos lo aclamaban con gritos de “¡Viva el Papa!” y ondeaban banderas de distintos países.

El papamóvil se detuvo en varios puntos del recorrido para que Francisco pudiera bendecir a bebés acercados por sus asistentes, en medio de un entorno decorado con miles de flores por la Pascua.

Aunque el Papa continúa bajo recomendaciones médicas y no presidió la Misa de Pascua, sí participó activamente al final del evento para ofrecer la tradicional bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro. El mensaje fue leído por un asistente, mientras el Santo Padre observaba atentamente.

Durante su intervención, Francisco lanzó un urgente llamado a un alto el fuego inmediato en Gaza, calificando la situación como “dramática y deplorable”.

También pidió al grupo Hamás liberar a los rehenes restantes y condenó el creciente antisemitismo a nivel mundial. “Expreso mi cercanía a los sufrimientos… de todo el pueblo israelí y del pueblo palestino”, expresó.