Un apagón masivo dejó sin electricidad a amplias zonas de España y Portugal este 28 de abril, afectando redes de metro, líneas telefónicas, semáforos, cajeros automáticos y otros servicios esenciales. 

El distribuidor de energía español Red Eléctrica advirtió que el restablecimiento completo del suministro podría demorar entre seis y diez horas.

Aunque las causas del corte aún no se han confirmado, el Centro Nacional de Ciberseguridad de Portugal descartó que se tratara de un ciberataque. Eduardo Prieto, jefe de operaciones de Red Eléctrica, calificó el incidente como “excepcional y extraordinario”.

Mientras tanto, el gobierno portugués celebró una reunión de emergencia en la residencia oficial del primer ministro, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, acudió a la sede de Red Eléctrica para supervisar los esfuerzos de recuperación.

La magnitud del apagón, que afectó a una población combinada de más de 50 millones de personas, es inusual en la península ibérica. Aunque no se ha precisado cuántos ciudadanos resultaron directamente impactados, los reportes indican que múltiples regiones quedaron completamente a oscuras.

Un par de horas después del inicio del corte, Red Eléctrica comunicó avances en la recuperación del servicio en el norte y sur de España. Paralelamente, el gobierno portugués señaló que el origen del problema podría estar fuera de sus fronteras, específicamente en la red eléctrica española.

Según el operador portugués E-Redes, el fallo se habría producido en el sistema eléctrico europeo, lo que obligó a cortes controlados en zonas específicas para estabilizar la red. Medios como el periódico Expresso y la emisora española RTVE informaron que el apagón afectó desde redacciones de medios y estaciones de metro hasta el Parlamento en Madrid.

Un gráfico de Red Eléctrica mostró una drástica caída en la demanda de energía a las 12:15 p.m., pasando de 27.500 megavatios a alrededor de 15.000. 

Imágenes transmitidas por la televisión española mostraban escenas de evacuaciones en estaciones de metro de Madrid y trenes paralizados en Barcelona.

El impacto también alcanzó eventos deportivos: el torneo de tenis Madrid Open se suspendió con tres partidos en juego. Además, las autoridades de tráfico pidieron a la población evitar el uso de vehículos particulares, dado que muchos semáforos y señales electrónicas dejaron de funcionar.

En la ciudad industrial de Terrassa, cerca de Barcelona, la demanda de generadores se disparó, agotando rápidamente las existencias. E-Redes indicó que algunas zonas de Francia también experimentaron interrupciones.

En Portugal, donde residen unos 10,6 millones de personas, el apagón afectó Lisboa, sus alrededores y varias regiones del norte y sur. La policía reforzó su presencia para dirigir el tráfico y atender emergencias, mientras hospitales y servicios esenciales operaron con generadores de respaldo. El metro de Lisboa tuvo que evacuar pasajeros, tribunales suspendieron actividades, cajeros automáticos y sistemas de pago dejaron de funcionar, y los semáforos quedaron apagados. Incluso las comunicaciones móviles se vieron restringidas, aunque algunas aplicaciones lograron mantenerse activas.

Las autoridades continúan investigando las causas exactas de este inusual y extendido corte de energía que paralizó la península ibérica por varias horas.