En una inusual sesión dominical, los republicanos en la Cámara de Representantes lograron avanzar su ambicioso paquete legislativo de recortes fiscales y gasto en seguridad fronteriza a través de la Comisión de Presupuesto, en medio de tensas negociaciones internas y críticas de la oposición demócrata.
Con una votación cerrada de 17-16, el proyecto de ley —bautizado irónicamente como “La Ley de Un Enorme y Hermoso Proyecto de Ley”— fue aprobado luego de que cuatro conservadores, quienes habían bloqueado su avance días antes por preocupaciones sobre el déficit, decidieran permitir su paso.
El cambio de postura ocurrió tras una reunión privada encabezada por el presidente de la Cámara, Mike Johnson, quien aseguró que se lograron “modificaciones menores”, sin detallar el alcance de los ajustes.
A pesar del avance, el contenido del proyecto sigue generando inquietud. El paquete incluye la extensión permanente de los recortes fiscales de la era Trump y nuevos beneficios como la eliminación de impuestos a propinas, horas extra y pagos de intereses en préstamos automotrices. También propone aumentos al gasto en defensa y seguridad fronteriza.
Sin embargo, las medidas para compensar esos gastos —como los nuevos requisitos laborales para beneficiarios de Medicaid— no entrarían en vigor hasta 2029.
El Committee for a Responsible Federal Budget estima que el plan podría añadir 3.3 billones de dólares a la deuda nacional en la próxima década. “Estamos emitiendo cheques que no podemos cobrar, y nuestros hijos van a pagar el precio”, advirtió el representante republicano Chip Roy, uno de los más críticos.
Los demócratas, por su parte, han condenado la iniciativa en bloque. La representante Pramila Jayapal la calificó como “una enorme y hermosa traición”, mientras que Jim Clyburn declaró en CNN que “el pueblo estadounidense sabe que este proyecto de ley de gastos es terrible”.
Mike Johnson busca llevar el proyecto al pleno de la Cámara esta misma semana, aunque aún enfrenta presiones tanto de los sectores más conservadores como de legisladores centristas preocupados por los impactos en Medicaid, asistencia alimentaria y créditos fiscales verdes.