La policía de Serbia llevó a cabo redadas en las oficinas de al menos cuatro organizaciones civiles este martes, como resultado de una investigación sobre posibles irregularidades en el uso de fondos otorgados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Estas acciones llegan tras la decisión de la administración del presidente estadounidense Donald Trump de congelar el financiamiento extranjero por 90 días en enero, una medida que posteriormente derivó en el desmantelamiento parcial de la agencia y el despido de más de mil empleados.

El fiscal estatal serbio, Nenad Stefanovic, informó que Serbia ha solicitado al Departamento de Justicia de Estados Unidos información sobre presuntos casos de malversación y lavado de dinero relacionados con los fondos de USAID en el país. Para ello, citó declaraciones de Trump, el secretario de Estado Marco Rubio, el empresario Elon Musk y otros funcionarios estadounidenses sobre la suspensión de la financiación.

Según Stefanovic, una unidad especial anticorrupción ordenó a la policía recopilar pruebas sobre el posible uso indebido de los fondos de USAID, revisando la documentación de cuatro organizaciones no gubernamentales beneficiarias de estos recursos.

Entre las organizaciones afectadas están el Centro de Investigación, Transparencia y Responsabilidad (CRTA) y el grupo Iniciativas Cívicas, ambas con sede en Belgrado. CRTA, que monitorea de manera independiente las elecciones en Serbia, declaró en la red social X que está colaborando con las autoridades. 

Por su parte, Iniciativas Cívicas denunció la redada como un ‘grave ataque a los derechos cívicos básicos’ y una muestra de la creciente presión sobre la sociedad civil en el país.

Las redadas ocurren en medio de protestas contra la corrupción en Serbia. 

Estas manifestaciones, lideradas inicialmente por estudiantes, evolucionaron hasta convertirse en un movimiento nacional que desafía al presidente Aleksandar Vucic, un aliado cercano de Trump y del presidente ruso Vladímir Putin.

Desde la década de 1990, USAID ha invertido miles de millones de dólares en países como Serbia, Moldavia, Albania, Kosovo y Bosnia y Herzegovina, con el objetivo de fortalecer instituciones democráticas, mejorar infraestructuras y fomentar el desarrollo económico. 

En Serbia, la mayor parte de estos fondos ha sido destinada a instituciones estatales, según medios independientes y fuentes de la oposición.