El presidente Donald Trump anunció el aumento de los aranceles al acero importado, al pasar del 25 % al 50 %, con el objetivo de blindar a la industria siderúrgica estadounidense frente a la competencia extranjera.
El anuncio fue realizado desde una planta de US Steel en West Mifflin, Pensilvania, donde fue recibido con aplausos por trabajadores del sector.
“Vamos a imponer un aumento del 25 %”, dijo Trump:
“Vamos a pasar del 25 % al 50 % los aranceles al acero que ingresa a Estados Unidos, lo que asegurará aún más la industria del acero en nuestro país. Nadie podrá eludir eso”.
El presidente señaló que inicialmente consideró un arancel del 40 %, pero que líderes de la industria lo convencieron de ir más allá:
“Con el 25 % más o menos pueden saltar esa valla. Con el 50 % nadie va a poder saltarla”.
El anuncio forma parte de una estrategia de proteccionismo económico impulsada desde su llegada al poder. En 2018, Trump impuso aranceles del 25 % al acero y al aluminio utilizando la Sección 232, una disposición que permite actuar por motivos de seguridad nacional. Aquella decisión desató represalias comerciales de Canadá y preocupaciones en sectores como el automotriz, que dependen del acero como insumo esencial.
Asimismo, el mandatario argumentó que sus medidas han salvado a la industria del acero estadounidense, asegurando que sin ellas “todo el acero sería extranjero y las fábricas estarían cerradas”. No obstante, algunos analistas advierten que el efecto de los aranceles ha sido mixto.
Un informe de la Comisión de Comercio Internacional determinó que, tras las medidas de 2018, la producción nacional creció levemente, pero los aumentos en costos redujeron la actividad en otros sectores industriales en más de 3.000 millones de dólares para 2021.
Trump acepta venta de US Steel a Nippon Steel
Durante el acto, Trump también abordó otro tema sensible: la venta de US Steel a la japonesa Nippon Steel. Aunque durante su campaña se opuso tajantemente a esa adquisición, este viernes anunció que ha aprobado el acuerdo tras alcanzar condiciones “lo suficientemente buenas” para los trabajadores estadounidenses.
“Yo dije que no había forma de que permitiéramos eso. Estaba vigilando por ustedes”,
declaró Trump, explicando que rechazó la operación en varias ocasiones antes de aceptar una versión que incluye una llamada “acción de oro”, que otorgaría al gobierno estadounidense poder de decisión dentro de la empresa.
El giro en la postura presidencial se presenta como una concesión cuidadosamente negociada. “Cada vez que venían, el acuerdo mejoraba más y más para los trabajadores”, dijo Trump. “Voy a estar en Washington; voy a estar vigilando esto”.