Las protestas migratorias no cesan en Los Ángeles, luego de que el presidente Donald Trump autorizara el despliegue de 2.000 elementos de la Guardia Nacional en medio de crecientes tensiones entre comunidades migrantes y agentes del ICE. La medida ha sido duramente criticada por el gobernador demócrata Gavin Newsom, quien la calificó como “pura teatralidad” y “una provocación intencional”.

El conflicto estalló tras operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en localidades del área metropolitana como Paramount y Compton, donde se registraron enfrentamientos entre manifestantes y autoridades. Videos difundidos muestran el uso de gases lacrimógenos, detenciones y bloqueos de vehículos federales.

El mandatario republicano afirmó en su red Truth Social que si el gobernador Newsom y la alcaldesa Karen Bass “no hacen su trabajo”, el gobierno federal “intervendrá para poner orden”. Newsom respondió acusándolo de querer montar un show político a costa del miedo y la división social.

Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, ciudad considerada “santuario migrante”, lamentó los operativos del ICE y defendió el derecho a manifestarse de manera pacífica. La ONG Coalition for Humane Immigrant Rights denunció que “nuestras comunidades están siendo atacadas y aterrorizadas”.

El Departamento de Seguridad Nacional informó que las redadas de esta semana dejaron 118 personas detenidas, incluidas cinco con presuntos vínculos con pandillas. Mientras tanto, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que el ejército regular podría ser movilizado si la situación escala.