Varios grupos empresariales chinos con apoyo estatal, entre ellos la poderosa Cosco Shipping Corp., están en conversaciones para integrarse a un acuerdo multimillonario que busca adquirir 43 puertos en todo el mundo, incluidos dos terminales estratégicos ubicados en el Canal de Panamá

La negociación, liderada por el consorcio global Terminal Investment Ltd. (TiL), propiedad del empresario italiano Gianluigi Aponte, cuenta además con la participación de la gestora de activos estadounidense BlackRock y su división Global Infrastructure Partners.

Según reveló Bloomberg, las conversaciones con empresas chinas surgieron tras la firme oposición del gobierno de Pekín al acuerdo original, que dejaría en manos occidentales una amplia red de puertos actualmente controlados por CK Hutchison Holdings, del magnate hongkonés Li Ka-Shing. Este giro estratégico busca destrabar el proceso de venta, que lleva meses estancado, y se enmarca en medio de tensas negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos.

La inclusión de Cosco y otras firmas estatales chinas habría sido abordada durante las recientes conversaciones bilaterales entre funcionarios estadounidenses y chinos en Suiza, centradas en asuntos arancelarios y de seguridad comercial. El acuerdo, de concretarse, podría redefinir el equilibrio de poder sobre rutas comerciales vitales.

Uno de los focos más sensibles del acuerdo son los dos puertos ubicados en el Canal de Panamá, una vía marítima de alto valor estratégico. El presidente de Estados Unidos, Donald Trumps abogó por la “recuperación” del canal, destacando la importancia de frenar la influencia china sobre esta infraestructura clave para el comercio global.

El consorcio liderado por TiL enfrenta una fecha límite crítica: el próximo julio expira el período de negociación de 145 días acordado para cerrar la operación, tras no alcanzar el objetivo inicial de firmar el acuerdo en abril.

La Mediterranean Shipping Company (MSC), empresa familiar de Aponte y matriz de TiL, se perfila como el principal inversor del acuerdo. Sin embargo, se espera que BlackRock asuma la gestión de los puertos panameños, lo que consolidaría su posición como actor clave en infraestructura estratégica global. De concretarse la adquisición, MSC se convertiría en el mayor operador portuario del mundo, desplazando a sus competidores asiáticos.