En su conferencia matutina, Claudia Sheinbaum fue enfática al señalar que su gobierno no está detrás de ninguna filtración.

Dejó claro que esas prácticas pertenecen al pasado y no forman parte de su administración.

“No andamos filtrando documentos, eso se acabó desde el gobierno anterior, porque no somos iguales”, declaró la mandataria.

Con ello buscó cerrar cualquier especulación sobre un posible uso político de información fiscal.

Además, Sheinbaum rechazó las versiones que apuntan a un supuesto “fuego amigo” contra Adán Augusto dentro de Morena.

Subrayó que si existieran señalamientos válidos, estos deben ser atendidos únicamente por las instituciones competentes, como la Secretaría Anticorrupción o la Fiscalía General de la República.

Estado del caso

La presidenta explicó que no existe una investigación formal contra Adán Augusto López.
Recordó que el exsecretario de Gobernación ya ofreció aclaraciones sobre los 79 millones de pesos que se le atribuyen en declaraciones patrimoniales.
En caso de que surjan nuevas dudas, insistió, también deberán resolverse a través de los canales oficiales.

Sheinbaum enfatizó que cualquier irregularidad detectada, sin importar el cargo o partido político del involucrado, será atendida conforme a la ley.
Dijo que en su gobierno no habrá excepciones ni privilegios, y que se actuará siempre con transparencia.

Discurso contra viejas prácticas

La presidenta insistió en que las filtraciones eran una práctica usada por gobiernos anteriores para golpear adversarios políticos y controlar narrativas mediáticas.

Al desmarcarse de esos métodos, Sheinbaum busca enviar un mensaje de confianza y marcar distancia con lo que ella misma calificó como “el viejo régimen”.