El subgobernador de Banxico, Jonathan Heath, advirtió que los llamados impuestos “saludables”, como el aumento del IEPS a refrescos y tabaco, podrían provocar un incremento adicional en los precios.
Aseguró que estos ajustes fiscales no solo impactan a las empresas, sino que se trasladan directamente a los consumidores, generando una presión inflacionaria sostenida.
Heath enfatizó que estas medidas, aunque justificadas en materia de salud pública, podrían representar un golpe económico en un momento donde aún persisten riesgos externos y volatilidad.
Llamado a la cautela económica
Heath recalcó que la autoridad monetaria debe actuar con prudencia, pues la introducción de impuestos de esta magnitud complicaría los esfuerzos de Banxico para mantener la inflación dentro del rango objetivo.
Explicó que el efecto combinado entre nuevos impuestos, costos de distribución y ajustes empresariales podría generar un desfase en los precios difícil de revertir en el corto plazo.
Subrayó que, antes de aplicar gravámenes de impacto amplio, se debe considerar una estrategia que minimice la carga para los hogares y preserve la estabilidad financiera.
Equilibrio entre salud pública y bolsillo
Si bien los impuestos saludables buscan desalentar el consumo de productos dañinos, Heath reiteró que es necesario evaluar cómo afectan al poder adquisitivo de las familias.
Advirtió que sin un diseño adecuado, estas iniciativas pueden afectar más a los sectores de ingresos bajos, que resienten de manera inmediata cualquier incremento.
Para el subgobernador, el reto consiste en coordinar una política fiscal responsable que no genere distorsiones económicas ni ponga en riesgo la recuperación.
Heath adelantó que, si estos impuestos detonan un repunte inflacionario, Banxico podría tener que mantener o incluso endurecer su postura monetaria.
Esto implicaría menos margen para bajar tasas de interés, aun cuando otros indicadores económicos sugieren espacio para mayor flexibilidad.
El subgobernador resaltó que los nuevos gravámenes podrían sumarse a otros riesgos, como costos logísticos y presiones externas, incrementando la incertidumbre financiera.
Factores que agravan la presión
Además de los impuestos saludables, Heath ha identificado elementos como aranceles y encarecimiento de insumos que también podrían empujar la inflación, reforzando su postura de cautela fiscal.
