Los ataques en Gaza siguen a la fecha, pero los asesinatos a periodistas impiden una constante actualización informativa sobre este proyecto de exterminio.

10/10/2024 (Ciudad de México). A un año de la intensificación del genocidio en Palestina, las periodistas Alina Duarte de De Raíz y Daniela Pastrana de Pie de Página, hacen un balance sobre esta situación.

Hasta ahora, de acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de Salud de Gaza, se registran más de 42 mil palestinos asesinados, la mayoría mujeres y niños; 2 millones de desplazados y 10 mil desaparecidos, más las víctimas que han quedado mutiladas y que no han sido contabilizadas.

Portales como la revista The Lancet elevan la cifra a más de 186 mil palestinos muertos por el genocidio. 

“Realmente este es un proyecto de limpieza étnica, un proyecto genocida que ha costado la vida a más de 45 mil personas” señala Duarte.

Si dejamos de escuchar, de hablar de noticias de Palestina en los últimos meses no es porque esto haya disminuido…  no es que hayan dejado de bombardear o de destruir ningún día, es que pues ya no hay periodistas que estén reportando” apunta Pastrana, agregando que a la fecha suman más de 100 periodistas que, ejerciendo su deber informativo, fueron asesinados, incluso de manera selectiva y sin importar su nacionalidad a manos del ejército de Israel.

Pastrana señala que los ataques israelíes han sido a varios puntos estratégicos, necesarios para la supervivencia integral del pueblo palestino “pues han apostado por el exterminio de su población más joven, de las mujeres con posibilidad de reproducción, redes universitarias y hospitalarias“, entre otras. “Es decir, no sólo es el ataque indiscriminado a la sociedad civil, sino también es esta intención de acabar con su conocimiento, acabar con su historia, acabar con su cultura y acabar con la población más joven” afirma la periodista.

Se reconoce el genocidio de Gaza

Con el arranque de esta operación militar por parte de Israel el 7 de octubre de 2023 se abrió un debate sobre si se trataba de un asunto de legítima defensa o de una masacre. Fue hasta marzo de 2024 cuando tras el Informe de la Relatora Especial Francesca Albanese titulado “Anatomía de un Genocidio” que instancias internacionales y representaciones de algunas naciones reconocieron el genocidio que se comete en Gaza contra el pueblo palestino.

En las conclusiones del reporte se señala que, dadas las “destructivas condiciones de vida” se revela la intención de destruir físicamente a los palestinos como grupo, por lo que el informe encuentra “que existen motivos razonables para creer que se ha alcanzado el umbral que indica la comisión de los siguientes actos de genocidio contra palestinos en Gaza: asesinato de miembros del grupo; causar graves daños físicos o mentales a los miembros del grupo; e infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial”.

Entre otras propuestas la Relatora Especial insta a los estados a condenar el genocidio por parte de Israel y las naciones cómplices, así como el rendir cuentas y ofrecer reparaciones proporcionales a la destrucción, la muerte y los daños infligidos al pueblo palestino.

También sugiere un embargo inmediato de armas a Israel, así como otras medidas económicas y políticas necesarias que garanticen el alto al fuego inmediato y duradero, y el restablecimiento al respeto del derecho internacional.

Además, señala la importancia de apoyar a Sudáfrica en su denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por los actos cometidos por Israel, el incumplimiento de las medidas dictadas por la Corte Internacional de Justicia y pide el redoble de esfuerzos para poner fin a las actuales atrocidades en Gaza.

La periodista Daniela Pastrana asegura que parte de lo rescatable de este año son las resistencias a nivel mundial que desde el inicio identificaron como tal el genocidio del pueblo palestino.

Las manifestaciones “Pro-Palestina” tienen su origen, al menos, desde 1948, año en el que tras ganar la guerra árabe-israelí, Israel pasó a ocupar el 77% del territorio palestino, incluido el oeste de Jerusalén. Fue el origen de la “Nakba” (desastre o catástrofe), ya que alrededor de 750 mil palestinos fueron expulsados, perdiendo todas sus posesiones, para convertirse en refugiados en países árabes vecinos, o desplazados en Gaza y Cisjordania.

Tiempo para la paz

Sin embargo, a pesar de las innumerables protestas ciudadanas en casi todo el mundo para detener el genocidio palestino a manos de Israel, las autoridades han sido indolentes y por el contrario, los países autodenominados de “primer mundo” se han quitado las máscaras, priorizando los intereses capitalistas, como lo han hecho Estados Unidos y la Unión Europea, al respaldar y financiar el genocidio.

Alina Duarte concluye que no existe justificación para seguir permitiendo estas atrocidades, ya que en casos históricos de genocidio quizá no existieron las pruebas que ahora ofrecen las tecnologías audiovisuales e invita a reflexionar pero sobre todo a actuar para lograr un alto definitivo al exterminio: “Creo que tenemos que centralizar y poner mucha energía en ver y darlo todo para detener este genocidio porque si hoy se culmina esta ‘limpieza étnica’ pues mañana con toda la tranquilidad del mundo puede ser cualquier otro pueblo”.