Canadá está preparada para importar más productos de Estados Unidos, incluida una nueva flota de submarinos, como parte de sus esfuerzos por aliviar las preocupaciones del presidente electo Donald Trump respecto al déficit comercial entre ambas naciones.

Así lo expresó Kirsten Hillman, embajadora canadiense en Washington, durante una entrevista con The Associated Press.

Hillman destacó que Canadá ya es uno de los principales compradores de productos estadounidenses, pero aseguró que el país está listo para aumentar esas adquisiciones:

“Próximamente tenemos que hacer algunas grandes adquisiciones militares, por ejemplo, reemplazar toda nuestra flota de submarinos. Quizás esas sean algunas de las cosas que podamos comprar a Estados Unidos”.

Actualmente, 70% de las compras militares canadienses provienen de empresas estadounidenses, lo que incluye la reciente decisión de adquirir 88 cazas F-35.

La embajadora también alertó sobre el impacto negativo que tendría el plan de Trump de imponer un arancel del 25% a todos los productos provenientes de Canadá. Según Hillman, esta medida incrementaría los costos para los consumidores estadounidenses y llevaría a Canadá a buscar alternativas en otros mercados. “Canadá responderá… y los productos estadounidenses serán más caros”, advirtió.

Por su parte, Danielle Smith, primera ministra de la provincia canadiense de Alberta, enfatizó la necesidad de reducir la brecha comercial. Smith mencionó que la solución podría incluir mayores compras canadienses de bienes estadounidenses, un tema que discutió con Trump durante una reunión en la mansión del magnate en Mar-a-Lago, Florida.

Además, Hillman resaltó los logros alcanzados bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual eliminó aranceles en 99% de los productos intercambiados entre ambos países. Cuestionó la lógica de revertir estos avances, recordando que fueron fruto de las negociaciones del propio Trump en su mandato anterior.

En un contexto global, Hillman subrayó la importancia de la cooperación entre Canadá y Estados Unidos frente a desafíos estratégicos como la influencia de China. Canadá, señaló, es un aliado clave para garantizar el suministro de energía necesario para impulsar avances tecnológicos como la inteligencia artificial.

“Si trabajamos en desacuerdo, entonces francamente China gana”,

concluyó la embajadora, haciendo un llamado a fortalecer los vínculos entre ambos países.