El pedido de Elon Musk a los empleados federales para que informaran sobre sus logros semanales ha generado una ola de rechazo en varias agencias gubernamentales de Estados Unidos como el FBI, el Departamento de Estado y el Pentágono.
A pesar del aparente respaldo del presidente Donald Trump, estas agencias instruyeron a su personal para que no atienda la solicitud, lo que ha profundizado la tensión en la administración.
La orden de Musk, vinculada a su rol en el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), otorgaba a los trabajadores 48 horas para entregar un informe con cinco logros de la semana anterior.
Según el correo electrónico enviado por su equipo, aquellos que no cumplieran antes de la fecha límite —lunes a las 11:59 p.m., hora del este— perderían su empleo.
El rechazo a la solicitud ha sido inmediato. El director del FBI, Kash Patel, instruyó a su equipo a no responder al requerimiento, asegurando que cualquier evaluación de desempeño se haría bajo los protocolos internos de la agencia.
En la misma línea, el liderazgo del Pentágono y el Departamento de Seguridad Nacional emitieron mensajes similares, deteniendo cualquier colaboración con la orden de Musk.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos, encabezado por Robert F. Kennedy Jr., inicialmente pidió a sus 80,000 empleados cumplir con la instrucción. Sin embargo, la dependencia cambió su postura horas después y ordenó suspender cualquier acción relacionada hasta nuevo aviso. Sean Keveney, responsable jurídico del departamento, expresó su descontento en un correo electrónico al que tuvo acceso The Associated Press:
“Seré sincero con ustedes. Después de haber trabajado más de 70 horas la semana pasada para promover las prioridades del gobierno, recibir el siguiente correo electrónico me resulta un tanto insultante”.
Además, Keveney manifestó preocupaciones sobre la seguridad de la información solicitada, mencionando que parte del trabajo del personal podría estar protegido por el privilegio abogado-cliente.
La presión de Musk ha encontrado resistencia también en el ámbito político. Mientras Trump ha impulsado la medida con publicaciones en su red social, líderes de ambos partidos han criticado la iniciativa.
El impacto de esta disputa ya se refleja en la fuerza laboral federal. Miles de empleados han sido despedidos o han aceptado renuncias diferidas, mientras sindicatos como la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales exigen que el gobierno revoque la solicitud de Musk y se disculpe con los trabajadores.
Musk ha defendido su exigencia, argumentando sin pruebas que el sistema federal está plagado de fraude y que muchas personas ni siquiera revisan sus correos electrónicos. Sin embargo, la falta de evidencia y el caos generado dentro del gobierno han puesto en duda la viabilidad de su plan de reducción de personal.