A partir del 4 de marzo, la imposición de un arancel del 25 por ciento sobre las importaciones provenientes de México y Canadá hacia Estados Unidos, decidido por la administración de Donald Trump, ha desencadenado una serie de medidas de represalia por parte de los países afectados.
En Canadá, una de las contramedidas más notorias fue el retiro de bebidas alcohólicas originarias de Estados Unidos de los estantes de supermercados y licorerías, lo que rápidamente se volvió viral en las redes sociales.
Este cambio, impulsado por el gobierno de Ontario, afectó a productos de alto perfil como whisky, brandy, bourbon y vino originarios de Estados Unidos.
Imágenes de la famosa Junta de Control de Licores de Ontario (LCBO) mostraron a empleados devolviendo botellas de whisky y otras bebidas al almacén, con la clara intención de dar preferencia a productos fabricados en Canadá.
Entre las marcas retiradas se encontraron el brandy E&J, bourbon de Kentucky y productos de Elijah Craig, una marca de Heaven Hill Distilleries.
Ontario implementa retiro de bebidas alcohólicas estadounidenses
Doug Ford, el primer ministro de Ontario, respaldó esta medida, que incluyó una orden de retirada inmediata de todas las bebidas alcohólicas de origen estadounidense en todas las sucursales de LCBO.
El objetivo de esta acción es mostrar solidaridad con las políticas comerciales canadienses y europeas, y fortalecer la preferencia por productos locales.
El impacto de esta medida podría extenderse durante varios días, ya que las tiendas tienen que retirar una gran cantidad de productos. La LCBO, en su comunicado oficial, expresó:
“Por el bien de Ontario, por el bien de Canadá”, enfatizando que no venderán productos estadounidenses hasta que las condiciones lo permitan.
Además, alentaron a los consumidores a explorar opciones locales, europeas y de otras partes del mundo mientras duren las restricciones.