Catorce años después del devastador tsunami que destruyó la planta nuclear de Fukushima Daiichi, Japón continúa avanzando en la ardua tarea de desmantelamiento.
Esta semana, un robot operado a distancia inició su segunda misión para recolectar fragmentos de combustible nuclear fundido del interior de uno de los reactores dañados.
TEPCO está al frente de nueva misión en la planta nuclear de Fukushima
La operación, liderada por la empresa Tokyo Electric Power Company (TEPCO), busca poner a prueba nuevas tecnologías que permitan una limpieza más profunda y segura de la instalación.
El robot, apodado Telesco, está equipado con cámaras y una pinza extensible diseñada para capturar pequeñas partículas radiactivas. El martes 14 de abril ingresó al recipiente de contención primaria del reactor 2, con el objetivo de llegar más cerca del núcleo, donde se presume que se acumuló la mayor parte del combustible derretido.
Este esfuerzo representa la continuación de una primera misión realizada en noviembre del año pasado, que, pese a varios contratiempos, logró recuperar muestras clave. Ahora, se espera que el robot Telesco tarde varios días en alcanzar el área objetivo.
Una vez allí, desplegará un dispositivo similar a una caña de pescar, con cámara y pinza, para extraer nuevos fragmentos.
Proceso de desmantelamiento nuclear avanza con complejidad
La misión forma parte de un proceso de desmantelamiento que se perfila como uno de los más complejos de la historia nuclear. Se estima que alrededor de 880 toneladas de combustible fundido permanecen mezcladas con estructuras colapsadas y otros escombros en los tres reactores más afectados.
Tras la recolección de múltiples muestras mediante pequeños robots, los expertos planean diseñar una estrategia a gran escala para la extracción del material radiactivo. Se prevé que las operaciones más intensivas comiencen en la década de 2030, empezando por el reactor 3. Sin embargo, los especialistas advierten que el desmantelamiento completo podría tomar más de un siglo.