Este miércoles, la Corte Suprema del Reino Unido emitió una decisión con importantes implicaciones legales y sociales: según su interpretación, la Ley de Igualdad británica define a una mujer como alguien nacido biológicamente como tal. 

Con esto, el tribunal rechazó el argumento del gobierno escocés, que proponía incluir a las mujeres transgénero dentro de esa categoría legal.

El juez Patrick Hodge, quien encabezó el fallo, explicó que los cinco magistrados dictaminaron de forma unánime que los términos “mujer” y “sexo” en dicha ley se refieren exclusivamente al sexo biológico. Esto significa que, legalmente, una persona trans con un certificado de reconocimiento de género como mujer no puede ser considerada mujer a efectos de las cuotas o protecciones específicas por sexo. 

El fallo también detalla que las personas transgénero siguen estando amparadas contra la discriminación por reasignación de género.

El caso tiene su origen en una ley escocesa de 2018 que exigía al menos un 50% de representación femenina en los consejos de administración de los organismos públicos. Para cumplir con ese objetivo, se incluyó a mujeres trans en la definición de “mujer”, pero organizaciones feministas, como For Women Scotland (FWS), impugnaron esa interpretación, argumentando que iba más allá de las competencias del Parlamento escocés.

FWS celebró la decisión como una victoria significativa para los derechos basados en el sexo biológico. Maya Forstater, del grupo Sex Matters, lo resumió así:

“La corte nos ha dado la respuesta correcta: la característica protegida del sexo —masculino y femenino— se refiere a la realidad, no a los papeles”.

Aunque en un principio el recurso fue rechazado en 2022, FWS recibió luz verde en 2023 para llevar el caso ante la Corte Suprema. Su abogado, Aidan O’Neill, defendió que el concepto de “sexo” debe entenderse en su sentido común: una condición biológica determinada desde la concepción. 

Entre los apoyos destacados al grupo se encuentra la autora J.K. Rowling, quien habría realizado generosas donaciones para respaldar su causa. La escritora ha sido una figura prominente en los debates sobre derechos de las mujeres y el impacto de las políticas transgénero.

Sin embargo, la decisión también ha generado críticas. Amnistía Internacional alertó sobre el riesgo de que esta interpretación legal debilite la protección de las personas trans en el Reino Unido. En un documento presentado ante el tribunal, la organización afirmó que “una política general de excluir a las mujeres trans de los servicios unisex no es un medio proporcionado para lograr un objetivo legítimo”.

El fallo podría tener repercusiones no solo en Escocia, sino también en Inglaterra y Gales, afectando políticas de igualdad, acceso a espacios públicos como baños o salas hospitalarias, y la interpretación de los derechos basados en el sexo en general.