Un sismo de magnitud 6,3 se registró este viernes en el noroeste de Ecuador, provocando daños materiales y dejando una persona herida, aunque sin víctimas mortales reportadas hasta el momento.
El epicentro se localizó a 35 kilómetros de profundidad en la provincia fronteriza de Esmeraldas, a unos 180 kilómetros al norte de Quito, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. El temblor se sintió con fuerza en al menos 10 de las 24 provincias del país, de acuerdo con la Secretaría de Gestión de Riesgos.
En redes sociales comenzaron a circular imágenes del impacto, entre ellas, viviendas con paredes derrumbadas, vidrios rotos, escombros en las calles y cortes en el servicio eléctrico.
La evaluación preliminar de las autoridades reportó el colapso de muros en edificaciones públicas y privadas, así como daños en varias vías secundarias, incluida la que conecta con la ciudad fronteriza de San Lorenzo, ahora inhabilitada por un derrumbe.
La única persona herida, hasta ahora, sufrió un golpe en la cabeza, según detalló la Secretaría. También se activaron los protocolos de emergencia en Esmeraldas, donde el Comité de Operaciones de Emergencia suspendió las actividades del día como medida preventiva. Brigadas municipales recorren barrios y comunidades para brindar asistencia.
El presidente Daniel Noboa, actualmente en una gira internacional que incluye una visita al Vaticano para asistir al funeral del Papa Francisco, informó a través de redes sociales que ha ordenado el envío de ministros a la zona afectada para coordinar la instalación de albergues y la entrega de ayuda humanitaria.
La Corporación Nacional de Electricidad anunció que técnicos ya se encuentran evaluando el estado del servicio eléctrico, con postes dañados en algunas zonas. Hasta ahora, el Instituto Oceanográfico ha descartado la posibilidad de un tsunami.
Este sismo revive el recuerdo del devastador terremoto de 7,8 grados que en abril de 2016 golpeó la costa ecuatoriana, dejando cerca de 700 muertos y pérdidas por unos 3 mil millones de dólares.
