El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció que se ha quedado sin reservas alimentarias en la Franja de Gaza, tras casi ocho semanas de bloqueo impuesto por Israel. Esta situación deja sin su principal fuente de sustento a cientos de miles de palestinos que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.

En un comunicado reciente, el PMA informó que entregó su último cargamento de alimentos a las cocinas comunitarias que respalda en Gaza. Según las previsiones, estas cocinas se quedarán sin suministros en los próximos días. 

La ONU estima que alrededor del 80% de la población de Gaza —más de dos millones de personas— depende actualmente de estas cocinas, ya que la mayoría de otras fuentes de alimentos han cerrado debido al bloqueo.

Hasta ahora, el PMA respaldaba 37 cocinas comunitarias, que diariamente producían unas 500 mil comidas. Sin embargo, no está claro cuántas seguirán operativas si se agotan los suministros restantes.

El 2 de marzo, Israel bloqueó completamente la entrada de alimentos, combustible, medicinas y otros productos a Gaza. Dos semanas después, reanudó los bombardeos y operaciones terrestres, rompiendo una tregua de dos meses con Hamás. 

El gobierno israelí justifica estas acciones como presión para lograr la liberación de rehenes aún en manos del grupo islamista. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han calificado el bloqueo como una “táctica de inanición” y advierten que podría constituir un crimen de guerra.

Israel asegura que Gaza cuenta con reservas suficientes gracias al aumento de ayuda humanitaria durante la tregua, y acusa a Hamás de desviar suministros. 

Pero trabajadores humanitarios desmienten un desvío significativo y afirman que la ONU supervisa estrictamente la distribución. Además, subrayan que la cantidad de ayuda que ingresó durante la pausa fue insuficiente para cubrir las enormes necesidades generadas por la guerra.

La escasez ha provocado la desaparición de productos básicos como carne, huevos, frutas, lácteos y muchas verduras en los mercados locales. Los precios de los pocos alimentos disponibles se han disparado, volviéndose inaccesibles para gran parte de la población, que ahora depende en gran medida de productos enlatados.

Casi todas las panaderías han cerrado y el PMA ha dejado de distribuir alimentos básicos por falta de suministros. Las cocinas de caridad, con los ingredientes agotados, apenas pueden ofrecer platos simples como arroz o pasta.

World Central Kitchen, una organización benéfica estadounidense que opera de forma independiente del PMA, también ha reportado quedarse sin proteínas en sus cocinas. En respuesta, han recurrido a guisos hechos con verduras enlatadas. Esta organización gestiona la única panadería aún en funcionamiento en Gaza, que produce 87,000 panes de pita al día.

El PMA asegura tener 116,000 toneladas de alimentos listas para ser enviadas si Israel permite la entrada. Esta cantidad podría alimentar a un millón de personas durante cuatro meses.