El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, presentó su nuevo destructor naval que, según la prensa estatal, representa un avance importante en su plan para ampliar el alcance operativo y las capacidades de ataque preventivo de su ejército, incluyendo su potencial nuclear.
El anuncio se realizó este sábado 26 de abril a través de la Agencia Central de Noticias de Corea (ACNC).
El buque de guerra, de 5 mil toneladas, fue botado ayer en el puerto occidental de Nampo, con la presencia de Kim, quien defendió el fortalecimiento de las fuerzas armadas como respuesta a las crecientes maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y sus aliados asiáticos. Además, adelantó que su próximo gran objetivo será la adquisición de un submarino nuclear.
De acuerdo con los medios estatales, este nuevo destructor ‘multipropósito’ —el primero de una nueva generación de buques de guerra fuertemente armados— está preparado para operar diversos sistemas de armas, incluyendo defensas antiaéreas, misiles antibuque, balísticos y de crucero, todos con capacidad nuclear.
Kim afirmó que la nave será entregada a la marina a comienzos del próximo año para iniciar su servicio activo.
Líder norcoreano se lanza contra Corea del Sur y Estados Unidos
Durante su discurso, el mandatario criticó los recientes esfuerzos de Estados Unidos y Corea del Sur para fortalecer sus ejercicios militares y modernizar sus estrategias de disuasión nuclear, calificándolos de ‘preparativos de guerra’.
También prometió una respuesta firme a lo que describió como una crisis geopolítica en evolución. Hasta el momento, el ejército surcoreano no se ha pronunciado sobre el nuevo buque norcoreano.
La presentación de este destructor se produce poco después de la revelación de un supuesto submarino nuclear en construcción, aunque expertos han puesto en duda que Corea del Norte, dada su situación económica y su aislamiento, pueda lograr estos avances tecnológicos sin apoyo externo.
El gusto de Kim Jong Un por los ‘juguetes’ de destrucción masiva
Los submarinos nucleares figuran en la lista de ambiciosos proyectos militares que Kim anunció en 2021, junto a misiles balísticos intercontinentales de combustible sólido, armas hipersónicas, satélites espía y misiles de ojivas múltiples.
Desde entonces, el país ha intensificado sus pruebas de armamento, aumentando la tensión en la región.
En este contexto de creciente militarización, Corea del Norte ha estrechado sus lazos con Rusia, brindándole apoyo en la guerra de Ucrania. Estados Unidos, por su parte, ha intentado retomar el diálogo diplomático, con el presidente Donald Trump expresando recientemente su disposición a contactar a Kim, aunque Pyongyang no ha respondido.
A pesar de las tres reuniones históricas entre Trump y Kim durante el mandato anterior, las conversaciones se estancaron por desacuerdos sobre el levantamiento de sanciones.
Hoy, la preocupación de Seúl radica en que, a cambio de su apoyo a Moscú, Corea del Norte pueda estar recibiendo asistencia económica y tecnología militar avanzada, fortaleciendo aún más su arsenal.