El primer ministro británico Keir Starmer anunciará este lunes una serie de medidas para endurecer las normas contra la migración en el Reino Unido, en respuesta a una creciente presión pública y al ascenso del partido Reform UK, de línea dura en materia migratoria.
La decisión llega tras las recientes elecciones locales en las que tanto el Partido Laborista, que lidera Starmer, como los Conservadores sufrieron importantes pérdidas, mientras que Reform UK capitalizó el descontento ciudadano ante los altos niveles de inmigración.
Según extractos de su próximo discurso, Starmer promete el fin del “fallido experimento de fronteras abiertas del Reino Unido”.
Señala que su gobierno impondrá controles más estrictos en todas las áreas del sistema migratorio —trabajo, familia y estudio—, reforzará la aplicación de la ley y reducirá las cifras de migración, con el objetivo de establecer un sistema “controlado, selectivo y justo”.
El debate sobre la inmigración en el Reino Unido no es nuevo. Se intensificó en 2004, cuando el país abrió su mercado laboral a los nuevos miembros de la Unión Europea del este, en contraste con otros países de la UE que impusieron restricciones temporales.
En la década siguiente, los gobiernos conservadores prometieron reducir la inmigración neta anual a menos de 100,000 personas, pero nunca cumplieron ese objetivo. La frustración con la falta de control migratorio fue uno de los motores del referéndum del Brexit en 2016, cuando el Reino Unido votó por salir de la UE.
No obstante, incluso después del Brexit, el número de personas que ingresan legalmente al país con visas de trabajo, estudio o reunificación familiar ha seguido siendo alto. A esto se suma la crisis de migración ilegal a través del Canal de la Mancha: en 2023, unas 37,000 personas cruzaron en pequeñas embarcaciones, una cifra solo ligeramente inferior a la de 2022.
El fenómeno ha sido aprovechado políticamente por Reform UK. “La gente está indignada, furiosa, por los niveles de inmigración tanto legal como ilegal”, afirmó Richard Tice, líder adjunto del partido.
Según datos oficiales, la migración neta en el año hasta junio de 2024 fue de 728,000 personas. Aunque representa una disminución del 20% respecto al mismo periodo del año anterior, sigue estando muy por encima del objetivo conservador de 2010.
La ministra del Interior, Yvette Cooper, anunció que no habrá un nuevo objetivo numérico, argumentando que lo prioritario es recuperar la confianza ciudadana con un enfoque realista. Como parte de las nuevas medidas, se recortarán 50,000 visas para trabajadores menos calificados en el próximo año.