En un movimiento que podría marcar un giro significativo en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, funcionarios de ambos países anunciaron este lunes un acuerdo para reducir la mayoría de los aranceles impuestos recientemente y declarar una tregua de 90 días con el fin de avanzar en la resolución de sus disputas comerciales.
La noticia, confirmada en una conferencia de prensa en Ginebra por el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, fue recibida con entusiasmo por los mercados bursátiles internacionales, que registraron fuertes alzas ante la posibilidad de un alivio en las tensiones económicas globales.
¿Cómo quedan las tasas arancelarias de Estados Unidos y China?
Según lo acordado, Estados Unidos reducirá su tasa arancelaria sobre productos chinos del 145% al 30%, mientras que China bajará sus aranceles sobre bienes estadounidenses al 10%.
Además, ambas partes se comprometieron a cancelar el 91% de los aranceles recíprocos vigentes y suspender otro 24% durante el periodo de 90 días, lo que representa una disminución total de 115 puntos porcentuales.
“Queremos un comercio más equilibrado y creo que ambas partes están comprometidas a lograr eso”, afirmó Bessent.
Las negociaciones se llevaron a cabo durante el fin de semana en una villa del siglo XVII a orillas del Lago de Ginebra, residencia oficial del embajador suizo ante las Naciones Unidas. Las sesiones, custodiadas por una fuerte presencia policial, duraron al menos doce horas por día y combinaron intensas discusiones formales con momentos más distendidos, en los que los líderes de las delegaciones conversaron en privado en los patios soleados de la residencia.
El Ministerio de Comercio de China calificó el acuerdo como un avance sustancial hacia la reconciliación comercial entre ambas potencias.
En un comunicado, subrayó que esta iniciativa responde a las expectativas de productores y consumidores de ambos países y favorece la estabilidad económica mundial. Además, instó a Estados Unidos a cesar la práctica de aumentos arancelarios unilaterales y a colaborar con China para fortalecer sus relaciones económicas.
Como parte del acuerdo, China también aceptó suspender o eliminar otras contramedidas impuestas desde abril de 2024, incluyendo controles reforzados sobre exportaciones de tierras raras y restricciones a empresas estadounidenses que operan en el país.
Aunque el impacto final del pacto aún está por determinarse, el consenso inicial ha sido recibido como una señal positiva. No obstante, el camino hacia una solución definitiva sigue siendo complejo.
Las delegaciones volverán a reunirse en las próximas semanas con la esperanza de consolidar un entendimiento más duradero.