En su primer discurso ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el papa León XIV reafirmó la enseñanza católica sobre el matrimonio y la vida humana, señalando que la familia se basa en la “unión estable entre el hombre y la mujer”.
El pontífice también subrayó la dignidad de los no nacidos y de los ancianos como criaturas de Dios. Sus declaraciones se producen al inicio de su pontificado y marcan una línea de continuidad con la doctrina tradicional de la Iglesia.
Durante la audiencia privada, cuyos discursos fueron posteriormente publicados por la Santa Sede, León XIV hizo un llamado a reactivar la diplomacia multilateral y fomentar el diálogo interreligioso como caminos hacia la paz. León XIV, el primer papa estadounidense de la historia, asumió el cargo tras su elección el 8 de mayo y celebrará su misa de proclamación el próximo domingo.
El encuentro con el cuerpo diplomático forma parte del protocolo posterior a un cónclave y permite al nuevo pontífice saludar oficialmente a representantes de más de 180 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas. El Vaticano, como Estado soberano, también posee estatus de observador en la Organización de las Naciones Unidas.
Miembro de la orden agustiniana, el papa León XIV ha puesto la paz como eje de su pontificado. En su intervención, señaló que esta no se limita a la ausencia de conflictos, sino que constituye un “don” que requiere esfuerzo activo, desde frenar la producción de armas hasta moderar el lenguaje:
“También se puede herir y matar con las palabras, no solo con las armas”, advirtió.
En ese contexto, instó a los gobiernos a promover sociedades pacíficas invirtiendo en la familia tradicional y protegiendo la dignidad de todas las personas, en especial las más vulnerables: los niños por nacer, los ancianos, los enfermos, los desempleados y los migrantes.
Estas posturas reflejan una continuidad con las posiciones doctrinales del papa Francisco, quien también se opuso firmemente al aborto y la eutanasia, calificándolos como manifestaciones de una “cultura del descarte”. Al mismo tiempo, Francisco buscó acercar a la Iglesia a los católicos LGBTQ+, promoviendo una actitud de acogida sin alterar la doctrina que define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
Antes de su elección como papa, León XIV —entonces conocido como Robert Prevost— lideraba la orden agustiniana. En 2012, criticó el “estilo de vida homosexual” y el papel de los medios en su normalización, en consonancia con la enseñanza católica sobre sexualidad.
No obstante, más adelante reconoció el impulso del papa Francisco hacia una Iglesia más inclusiva y afirmó que no se debe excluir a los fieles por su estilo de vida.