París inauguró este 17 de mayo un monumento dedicado a las personas homosexuales y LGBTQ+ perseguidas por el régimen nazi y, por extensión, a todas las víctimas históricas de la discriminación.

La pieza, una enorme estrella de acero creada por el artista francés Jean‑Luc Verna, se colocó en los jardines de la Bastilla, en pleno corazón de la capital. La alcaldesa Anne Hidalgo subrayó que la obra cumple con el “deber de recordar y de combatir cualquier forma de odio”. 

Verna describió la escultura como “una varita estelar caída”. Su cara negra “obliga a recordar” y, al proyectar sombras, evoca los peligros siempre latentes; el reverso plateado refleja el cielo parisino y la rapidez con la que puede cambiar la opinión pública.

Reconocimiento oficial tardío

Los historiadores estiman que entre 5 000 y 15 000 personas fueron deportadas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial por su orientación sexual.

No fue hasta 2005 cuando el entonces presidente Jacques Chirac reconoció oficialmente estos crímenes contra la comunidad LGBTQ+. 

Preocupación por retrocesos actuales

El vicealcalde y activista Jean‑Luc Roméro advirtió que la inauguración se produce “en uno de los peores momentos” para los derechos LGBTQ+.

Señaló las políticas del ex presidente de EE. UU. Donald Trump, que buscan restringir la identidad de género y la atención de afirmación para personas trans, decisiones hoy impugnadas en los tribunales estadounidenses. 

Roméro también citó la reciente enmienda constitucional en Hungría que permite prohibir actos públicos LGBTQ+, una medida calificada por juristas como un paso hacia el autoritarismo.