El Papa León XIV inició oficialmente su pontificado este domingo con una misa inaugural celebrada en la Plaza de San Pedro, donde más de 150 mil fieles, líderes mundiales y representantes religiosos se congregaron para presenciar este histórico acontecimiento.
Durante la solemne ceremonia, el nuevo pontífice siendo el primer papa con doble nacionalidad estadounidense-peruana, recibió los símbolos papales: el palio y el anillo del pescador, marcando así el inicio formal de su ministerio. La misa estuvo cargada de significado litúrgico y contó con estrictas medidas de seguridad.
En su primer mensaje como líder de la Iglesia católica, León XIV abogó por la unidad, la caridad y la paz mundial, haciendo énfasis en los desafíos sociales y económicos actuales. “Vemos demasiada discordia, demasiadas heridas provocadas por el odio, el miedo a lo diferente y un sistema económico que margina a los pobres”, afirmó.
El pontífice también expresó su profunda preocupación por los conflictos en Ucrania y Gaza, denunciando la violencia y el sufrimiento de las víctimas. León XIV calificó a Ucrania como una “nación martirizada” y se comprometió a apoyar negociaciones para una paz justa y duradera. También lamentó la catástrofe humanitaria en Gaza, destacando el sufrimiento de niños y familias.
El evento contó con la presencia de líderes internacionales, entre ellos Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania; los reyes de España, Felipe y Letizia; y mandatarios de Estados Unidos, Perú, Colombia, Ecuador y Paraguay.
León XIV, inspirado en el legado social de León XIII, dejó en claro la orientación pastoral y social de su pontificado, que buscará acercar a la Iglesia a los más vulnerables y ser un instrumento de reconciliación global.