Israel ha iniciado una amplia operación terrestre en Gaza, intensificando también su ofensiva aérea, lo que ha dejado al menos 100 muertos durante la noche, según cifras del Ministerio de Salud del enclave palestino. La acción militar coincide con nuevas negociaciones de alto el fuego en Doha, Qatar, donde representantes de Hamas e Israel entablan conversaciones indirectas.
La ofensiva israelí, denominada “Carros de Gedeón”, se despliega en el norte y sur de Gaza y ha provocado el cierre del último hospital operativo en la zona norte, el hospital indonesio de Beit Lahiya. “Todos los hospitales públicos del norte de Gaza están ahora fuera de servicio”, informó el Ministerio de Salud palestino.
En paralelo, la situación humanitaria se deteriora rápidamente. La ONU advierte que los 2,1 millones de habitantes de Gaza enfrentan riesgo inminente de hambruna, tras casi cinco meses sin acceso regular a ayuda humanitaria.
La operación israelí llega tras una visita del presidente estadounidense Donald Trump a Qatar, donde mostró respaldo a nuevos intentos de negociación. Sin embargo, las condiciones siguen siendo complejas: Israel ha expresado disposición a un alto el fuego solo si Hamas se rinde, mientras que el grupo extremista exige la liberación de prisioneros a cambio de rehenes.
Según cifras oficiales, más de 53.000 personas han muerto en Gaza desde el inicio del conflicto, la mayoría mujeres y niños. El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, calificó la reciente escalada como posible “limpieza étnica”, debido a la intensidad de los bombardeos y la denegación de ayuda.
Mientras las negociaciones continúan en Qatar, en Gaza persisten el dolor y la devastación. Civiles, como Omar Qandil, que perdió a su familia en un bombardeo, afirman sentirse olvidados por la comunidad internacional.