El gobierno de Japón anunció que utilizará tierra ligeramente radiactiva proveniente de la prefectura de Fukushima en los jardines de flores ubicados fuera de la oficina del primer ministro, en Tokio.
Esta tierra fue removida durante las labores de descontaminación tras el desastre nuclear ocurrido en 2011, cuando un tsunami dañó gravemente la planta nuclear de Fukushima Daiichi.
Según informó el Ministerio de Medio Ambiente, el objetivo es demostrar que el material es seguro para su reutilización. La tierra se colocará como base y será cubierta con una capa superior suficientemente gruesa para mantener la radiación en niveles insignificantes.
Esta iniciativa sigue directrices avaladas en marzo por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que respalda el plan.
Buscan reducir inventario de residuos antes de 2045
Actualmente, Japón almacena más de 14 millones de metros cúbicos de tierra y restos recolectados en los pueblos de Futaba y Okuma, en las cercanías de la central nuclear.
Esto equivale al volumen de 11 estadios de béisbol. El gobierno busca eliminar este material antes del año 2045, y contempla su uso en proyectos de infraestructura como carreteras y edificios públicos.
El uso de esta tierra forma parte de un proceso más amplio de desmantelamiento de la planta de Fukushima, que también incluye el retiro de 880 toneladas de combustible fundido.
Desde 2023, Japón comenzó a verter al océano aguas residuales tratadas, otro paso controvertido que busca liberar espacio en la planta y evitar filtraciones accidentales.
Persisten dudas en la población
Pese al respaldo técnico del OIEA, la población japonesa ha mostrado una fuerte oposición. Protestas públicas ya obligaron al gobierno a cancelar ensayos previos para usar esta tierra en jardines públicos de Tokio.
Aun así, las autoridades insisten en que las medidas de seguridad son estrictas y que los niveles de radiación se mantienen bajo control.