Este domingo, mientras se dirigía al Super Bowl a bordo del Air Force One, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una proclamación para declarar el 9 de febrero de 2025 como el primer “Día del Golfo de América”.
La noticia se difundió a través de las redes sociales de la vocera de la Casa Blanca, generando reacciones inmediatas.
El secretario del Interior, Doug Burgum, celebró la decisión, asegurando que este tipo de acciones refuerzan la grandeza del país. El cambio de nombre del Golfo de México, ahora denominado “Golfo de América”, es parte de un conjunto de medidas adoptadas desde el inicio de la administración Trump, que también incluyen la modificación del nombre de Denali, en Alaska.
A pocos días de asumir el cargo, Trump firmó órdenes ejecutivas para revertir decisiones de administraciones pasadas en relación con nomenclaturas geográficas. Entre ellas, revocó la medida de 2015 del expresidente Barack Obama que reconocía oficialmente a la montaña más alta de América del Norte con el nombre tradicional que le dieron los pueblos originarios: Denali.
El cambio en el Golfo de México se “justificó” argumentando su importancia para sectores clave como la producción petrolera, la pesca y el turismo en territorio estadounidense. Tras el anuncio, la Guardia Costera de Estados Unidos adoptó de inmediato la nueva denominación en un comunicado oficial, mientras que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, respaldó la medida.
El buscador Google indicó que los usuarios fuera de Estados Unidos podrán ver ambos nombres en sus mapas, una práctica similar a la aplicada en lugares con disputas geográficas.
Hoy, me siento muy honrado de reconocer el 9 de febrero de 2025 como el primer Día del Golfo de América.
El 20 de enero de 2025, firmé la Orden Ejecutiva 14172 (“Restauración de nombres que honran la grandeza estadounidense”). Entre otras acciones, esa Orden Ejecutiva requería que el Secretario del Interior, actuando de conformidad con el Título 43 del Código de los Estados Unidos, artículos 364 a 364f, “tomara todas las medidas apropiadas para cambiar el nombre de ‘Golfo de América’ a la zona de la Plataforma Continental de los Estados Unidos limitada al noreste, norte y noroeste por el estado de Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida y que se extiende hasta el límite marítimo con México y Cuba en la zona anteriormente denominada Golfo de México”.
Tomé esta medida en parte porque, como se indica en esa Orden, “[e]l área anteriormente conocida como el Golfo de México ha sido durante mucho tiempo un activo integral para nuestra otrora floreciente Nación y ha seguido siendo una parte indeleble de los Estados Unidos”.
Hoy, estoy haciendo mi primera visita al Golfo de América desde su cambio de nombre. A medida que mi Administración restaura el orgullo estadounidense por la historia de la grandeza estadounidense, es apropiado y adecuado que nuestra gran Nación se reúna y conmemore esta ocasión trascendental y el cambio de nombre del Golfo de América.
AHORA, POR TANTO, YO, DONALD J. TRUMP, Presidente de los Estados Unidos de América, en virtud de la autoridad que me confieren la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, proclamo por la presente el 9 de febrero de 2025 como el Día del Golfo de América. Hago un llamamiento a los funcionarios públicos y a todo el pueblo de los Estados Unidos para que observen este día con programas, ceremonias y actividades apropiadas.
EN FE DE LO CUAL, firmo la presente este noveno día de febrero del año de Nuestro Señor dos mil veinticinco, y de la Independencia de los Estados Unidos de América el doscientos cuarenta y nueve.
Golfo de América sólo aplicaría para Estados Unidos
La modificación de nombres ha provocado rechazo en diversos sectores. En Alaska, comunidades indígenas han expresado su oposición a la eliminación del nombre Denali, pues consideran que ignora la historia y el significado cultural de la montaña.
Por otro lado, en México, el cambio del nombre del Golfo de México ha generado inquietud en círculos diplomáticos. En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum ironizó sobre la decisión al señalar que, siguiendo la lógica de Trump, Estados Unidos debería llamarse “América mexicana”. Su comentario se realizó frente a un mapamundi del siglo XVII donde América del Norte aparece designada con ese nombre.
Mientras tanto, analistas advierten que esta medida podría aumentar las tensiones entre ambos países en un contexto donde la relación bilateral ya enfrenta desafíos en materia de comercio, migración y seguridad fronteriza.