Esta semana, finaliza el plazo impuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que Rusia alcance un acuerdo de paz con Ucrania y ponga fin a un conflicto que ha cobrado cientos de vidas desde 2022.

En caso de no estrechar su mano en nombre de la paz, Moscú enfrentaría duras sanciones económicas por parte de Washington, según advirtió el mandatario.

ENVIADO DE TRUMP VIAJARÁ ESTA SEMANA A TERRITORIO RUSO
El enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, tiene previsto llegar a Moscú a mitad de semana, tras una gira por Israel y Gaza. Su visita ocurrirá apenas horas antes del viernes, fecha límite establecida por Trump para que el gobierno ruso cese las hostilidades en Ucrania.

El domingo, Trump aseguró que los funcionarios rusos están ansiosos por ver a Witkoff y platicar de asuntos importantes.

“Han pedido una reunión, así que veremos qué sucede”.

TRUMP PUSO UN ‘HASTA AQUÍ’ A PUTIN
Frustrado por la falta de respuesta de Vladímir Putin a sus llamados para detener los ataques contra ciudades ucranianas, Trump adelantó su ultimátum la semana pasada. Además de las sanciones directas, anunció la imposición de aranceles secundarios a países que compran petróleo ruso, como es el caso de China e India.

Incluso el propio mandatario estadounidense reconoció su escepticismo respecto a la eficacia de estas medidas.

“Rusia ha demostrado ser bastante buena para evitar sanciones. Son personajes astutos”, afirmó, poniendo en duda que la presión económica sea suficiente para frenar a Moscú.

Desde el Kremlin, el portavoz Dmitry Peskov confirmó que están abiertos a dialogar.

“Siempre nos alegra ver al señor Witkoff en Moscú. Consideramos las conversaciones con él importantes, sustantivas y muy útiles”.

UCRANIA PIERDE TERRENO MIENTRAS EL CONFLICTO SE PROLONGA
Dejando a un lado las conversaciones entre funcionarios, en el campo de batalla el Ejército de Ucrania continúa perdiendo territorio, aunque sin señales de un colapso inminente.

A pesar del estancamiento diplomático, el presidente Volodymyr Zelenskyy sigue insistiendo en la necesidad de intensificar las sanciones contra los sectores energético, comercial y bancario rusos.

Las sanciones secundarias, sin embargo, han tensado las relaciones entre Estados Unidos y potencias como China e India, acusadas de financiar indirectamente el esfuerzo bélico ruso al adquirir su petróleo.

Desde que asumió nuevamente la presidencia en enero, Trump ha descubierto que terminar con la guerra resulta más complejo de lo que parecía en campaña.

Múltiples funcionarios de su gobierno han comenzado a advertir sobre la posibilidad de que Washington se retire poco a poco del conflicto si no se logran avances concretos hacia la paz.

A medida que se agota el tiempo, la presión diplomática se intensifica.

Putin, por su parte, ha reiterado que solo aceptará un acuerdo bajo sus propios términos, y que no detendrá la ofensiva hasta conseguirlo.