El expresidente y actual mandatario de EE. UU., Donald Trump, declaró este 5 de agosto que su vicepresidente, JD Vance, es “probablemente” su heredero político dentro del movimiento MAGA y posible candidato republicano para las elecciones presidenciales de 2028.
Durante su intervención, Trump señaló:
“Si tuviera que nombrar a alguien ahora, diría que probablemente JD. Es muy bueno, muy inteligente, tiene el temple y la visión”.
Sin embargo, también matizó sus palabras asegurando que aún es temprano para una decisión definitiva, aunque este respaldo representa uno de los más claros que ha otorgado a un posible sucesor.
De crítico a mano derecha
Vance, exsenador por Ohio y antiguo crítico del propio Trump, fue elegido vicepresidente en julio de 2024. Desde entonces ha asumido un papel destacado dentro de la administración, sobre todo en temas de seguridad nacional y relaciones con el Congreso.
Con un perfil más joven y con base entre los votantes conservadores, Vance ha logrado consolidarse rápidamente como figura clave dentro del Partido Republicano.
¿Una fórmula con Marco Rubio?
Trump también mencionó al senador Marco Rubio como una figura destacada del gabinete y posible compañero de fórmula para Vance, aunque fue enfático al decir que hay “otros candidatos increíbles” dentro del partido.
Este tipo de declaraciones reflejan la intención de Trump de moldear el futuro liderazgo del movimiento MAGA, aun sin ceder el control por completo.
La mención de Rubio, un político con experiencia y presencia en Florida, podría apuntar a una estrategia electoral que combine juventud, carisma y experiencia.
Vance se consolida en la escena republicana
Desde su nombramiento como vicepresidente, Vance ha participado activamente en la defensa de las políticas de Trump, incluyendo la reforma migratoria, la política energética y el combate a lo que denominan “la cultura woke”.
Su imagen ha sido particularmente bien recibida por los votantes más jóvenes y los sectores rurales.
Con estas declaraciones, Trump parece empezar a trazar una línea de sucesión, aunque sin descartar a otras figuras como Tim Scott, Kristi Noem, Glenn Youngkin o el propio Rubio.
Un respaldo más claro que en 2024
En 2024, durante el proceso para elegir a su compañero de fórmula, Trump evitó dar señales claras sobre sus preferencias sucesorias. Esta vez, sus declaraciones sobre Vance suenan mucho más definidas, marcando una transición simbólica en la cúpula del movimiento que fundó en 2016.