Esta semana, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas fue instado por Rosemary DiCarlo -subsecretaria general de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU- a reanudar con urgencia las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán.

Este llamado se produce en un contexto de creciente tensión en Oriente Próximo en los últimos años.

“Las partes deben hacer acopio de voluntad política y reanudar urgentemente las negociaciones. El tiempo es esencial. Si bien la responsabilidad recae en los participantes (del pacto) y Estados Unidos, su éxito o fracaso nos importa a todos. La región no puede permitirse una mayor inestabilidad”, declaró.

DiCarlo manifestó que ‘debe haber un compromiso genuino con el diálogo y la diplomacia’. 

“Esa es la manera de restablecer la confianza en la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán, hacer realidad las aspiraciones del pueblo iraní y contribuir a la estabilidad en la región y más allá”, expresó.

Asimismo, señaló que faltan diez meses (hasta octubre de 2025) para que caduque la resolución 2231 y ‘el restablecimiento’ del pacto ‘sigue en punto muerto’, mientras que ‘el contexto regional se ha deteriorado aún más’. 

“En este contexto, nunca ha sido mayor la necesidad de una solución integral y a largo plazo que restablezca los objetivos del pacto”, aseveró.

En este sentido, DiCarlo lamentó que Estados Unidos no haya regresado al plan, ni haya levantado las sanciones unilaterales impuestas tras retirarse del mismo. Mientras, Irán no ha revertido las medidas adoptadas desde 2019 para alejarse de sus compromisos relacionados con lo nuclear.

Irán alcanzó acuerdo histórico en 2015

En 2015, Irán alcanzó un acuerdo histórico con Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Francia y Alemania, conocido como el pacto nuclear. Este compromiso permitió que se levantaran las sanciones económicas y financieras impuestas previamente por el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea.

Sin embargo, en mayo de 2018, Washington abandonó el pacto y restableció las sanciones contra Irán con el argumento de que Teherán estaba violando el acuerdo y desarrollando armas nucleares, si bien el resto de países afirmaron que estaban dispuestos a conservar el acuerdo.