El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, instó a sus homólogos europeos a fortalecer sus defensas y asumir un mayor compromiso con Ucrania. Durante una cumbre en Londres, subrayó la necesidad de que cada país asuma su parte de la carga en el conflicto con Rusia, asegurando que la seguridad del continente depende de ello.
“Cada nación debe contribuir a eso de la mejor manera que pueda”, expresó Starmer, enfatizando que la cooperación es clave para garantizar estabilidad en la región.
En respuesta, Starmer trabajó junto con Francia y Ucrania en una estrategia que busca un alto al fuego, aunque dejó claro que cualquier acuerdo debe garantizar la soberanía de Ucrania.
Estrategia europea para la paz
Los gobernantes reunidos en Londres establecieron cuatro objetivos principales para avanzar hacia una solución al conflicto.
En primer lugar, se comprometieron a mantener el flujo de ayuda hacia Ucrania y continuar la presión económica sobre Rusia.
Además, señalaron que el gobierno de Zelenskyy debe estar involucrado en cualquier negociación y que los acuerdos alcanzados deben garantizar la seguridad de su país.
Finalmente, insistieron en la necesidad de seguir proporcionando armamento para evitar futuras agresiones.
Para lograrlo, Starmer propuso la creación de una “coalición de los dispuestos”, un grupo de países que estarían preparados para actuar de manera conjunta en defensa de Ucrania:
“No todas las naciones se sentirán capaces de contribuir, pero eso no puede significar que nos quedemos de brazos cruzados”.
El líder británico señaló que su gobierno está dispuesto a respaldar este plan con tropas y aviones, aunque aclaró que el éxito de la estrategia dependerá del apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, evitó precisar qué tipo de respaldo espera de Washington, limitándose a mencionar que existen “conversaciones intensas” al respecto.
El presidente francés, Emmanuel Macron, respaldó la iniciativa de Starmer y propuso una tregua de un mes en los ataques aéreos y marítimos, con el fin de dar espacio a las negociaciones. En su opinión, este tiempo podría ser clave para alcanzar un acuerdo sostenible, aunque dejó en claro que el despliegue de tropas europeas solo se consideraría en una fase posterior.
Por su parte, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, lamentó la manera en que Zelenskyy fue tratado en Washington y subrayó la importancia de mantener la unidad entre los aliados. “Dividir a Occidente sería desastroso para todos”, advirtió.
Ucrania, un “puercoespín de acero”
Al concluir la cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que el bloque tiene la responsabilidad de reforzar la capacidad defensiva de Ucrania.
“Tenemos que poner a Ucrania en una posición de fortaleza”, afirmó, sugiriendo que la nación debe convertirse en un “puercoespín de acero”, un territorio imposible de conquistar por cualquier invasor.
El primer ministro checo, Petr Fiala, coincidió en que Europa debe prepararse mejor y aumentar su gasto en defensa. Su propuesta apunta a que los países del continente inviertan al menos el 3% de su PIB en armamento, con el objetivo de disuadir futuras agresiones.
Mientras tanto, el Reino Unido anunció que destinará 1.600 millones de libras para suministrar a Ucrania 5.000 misiles de defensa aérea. Esta medida busca reforzar la seguridad del país en un contexto donde la paz parece un objetivo cada vez más complejo de alcanzar.
La reunión se produce tras las recientes tensiones generadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien cuestionó la postura de Volodymyr Zelenskyy y sugirió que Ucrania no ha sido suficientemente agradecida con la ayuda de Washington.