El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, reiteró que su país “no busca una bomba nuclear”, en un gesto de apertura previo a nuevas conversaciones entre Teherán y Estados Unidos.
Además, sorprendió al plantear la posibilidad de que empresas estadounidenses puedan invertir directamente en la República Islámica, una propuesta significativa respecto a la política iraní de los últimos años.
Los comentarios de Pezeshkian, un presidente de tendencia reformista, suponen un contraste con la postura más rígida adoptada por Teherán tras el acuerdo nuclear de 2015. Aunque entonces Irán intentó adquirir aviones de fabricación estadounidense, las restricciones impuestas por el propio país impidieron la entrada de compañías norteamericanas.
“Su excelencia no tiene oposición a la inversión de inversores estadounidenses en Irán. Inversores estadounidenses: vengan e inviertan”, afirmó Pezeshkian en un discurso, refiriéndose al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
Esta invitación podría captar la atención del presidente Donald Trump, quien retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán en 2018 y ahora ha expresado interés en renegociar un nuevo pacto.
Pezeshkian, que hizo campaña con la promesa de tender puentes con Occidente, también confirmó que el próximo encuentro entre el ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, y el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, se realizará “de forma indirecta” este sábado en Omán.
Trump, sin embargo, ha sugerido que las conversaciones podrían ser directas, algo que Teherán no ha descartado tras una ronda preliminar.
Históricamente, Irán ha sido reacio a establecer lazos económicos con Estados Unidos. En 2015, el ayatolá Jamenei se opuso incluso a la importación de productos de consumo estadounidenses. No obstante, la situación económica actual del país ha obligado a reconsiderar ciertas posturas.
Tras conocerse el posible reinicio del diálogo con Washington, el debilitado rial iraní —que había caído a más de un millón de riales por dólar— mostró señales de recuperación, cotizándose el martes a 990.000 riales.
Las sanciones internacionales, intensificadas tras la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear, han golpeado duramente a la economía iraní. En contraste, durante el periodo del acuerdo de 2015, el rial se cotizaba a 32.000 por dólar.
Otro indicio del cambio de clima político en Teherán fue la ausencia de críticas mediáticas internas hacia las negociaciones, algo inusual en un entorno político tan dividido.