El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer una orden ejecutiva que elimina las restricciones al flujo de agua en regaderas, lavadoras, lavavajillas e inodoros; apenas unos días después de ordenar a su gobierno combatir las leyes estatales que mitigan los efectos del cambio climático.

Trump, quien desde su primer mandato había criticado las reglas que limitan la cantidad de agua por minuto en los cabezales de ducha, argumentó que estas medidas complicaban tareas básicas como bañarse o lavarse las manos.

“Tengo que estar en la ducha 15 minutos hasta que se moja. Sale gota a gota. Es ridículo”,

declaró el mandatario durante la firma del decreto en la Casa Blanca.

La nueva orden instruye al secretario de Energía, Chris Wright, a eliminar las regulaciones que buscaban reducir el consumo de agua y energía en electrodomésticos de uso cotidiano. Según Trump, estas normas “convirtieron un artículo básico del hogar en una pesadilla burocrática”.

Las restricciones anteriores buscaban disminuir el uso de agua potable y reducir las facturas de servicios públicos, además de proteger el medio ambiente. De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA), las regaderas representan aproximadamente el 20% del consumo de agua diario en los hogares estadounidenses, y los dispositivos de ahorro también contribuyen a un menor consumo de energía, ya que calentar el agua implica un gasto considerable.

El Appliance Standards Awareness Project (ASAP), organización que promueve la eficiencia energética, cuestionó la medida de Trump y aseguró que la mayoría de los cabezales de ducha disponibles actualmente ya ofrecen un flujo suficiente.

Trump ordena enfrentar leyes contra cambio climático

El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que podría llevar a su gobierno a enfrentar en tribunales a los estados con leyes contra el cambio climático. La medida busca frenar las regulaciones locales que, según Trump, afectan la producción de energía en Estados Unidos.

El mandatario declaró una “emergencia energética nacional” y ordenó al fiscal general actuar contra las leyes estatales que limiten el desarrollo de combustibles fósiles. Trump argumenta que estos gobiernos exceden su autoridad constitucional al imponer restricciones energéticas.

La decisión se da en un contexto de creciente demanda de electricidad por el auge de la inteligencia artificial, la computación en la nube y la expansión industrial. Además, varios estados han impulsado legislación para combatir el cambio climático, lo que podría ponerlos en la mira del Departamento de Justicia.

Expertos consideran que esta acción del gobierno federal es inusual y anticipan una larga batalla legal por la competencia de los estados en materia ambiental.