Millones de trabajadores en España podrían ganar pronto más tiempo libre cada semana, después de que el gobierno aprobara un proyecto de ley que propone reducir la jornada laboral de las actuales 40 horas semanales a 37,5.
Esta medida beneficiaría a unos 12,5 millones de empleados del sector privado, tanto a tiempo completo como parcial, según datos del Ministerio de Trabajo. La iniciativa, presentada este martes, busca no solo mejorar el bienestar de los trabajadores, sino también aumentar la productividad y reducir el absentismo laboral.
“Hoy modernizamos el mundo del trabajo y hacemos algo que es mucho más importante, ayudar a que la gente sea un poco más feliz”, declaró la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Aunque algunos funcionarios y sectores ya aplican jornadas más cortas, esta reforma afectará especialmente a actividades como el comercio, la industria manufacturera, la hostelería y la construcción.
El proyecto, acordado con los principales sindicatos pero sin el respaldo de la patronal, inicia ahora su camino parlamentario. La aprobación no está garantizada: el Gobierno, una coalición de izquierdas en minoría, necesita aún reunir apoyos suficientes. Junts, un aliado ocasional, ya ha anunciado una enmienda a la totalidad alegando que la medida podría perjudicar a pequeñas empresas y trabajadores autónomos.
Esta propuesta es la pieza central del programa laboral de Sumar, el socio menor del Partido Socialista en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Coincide, además, con un dato alentador: el paro en España ha alcanzado su nivel más bajo desde julio de 2008, con cerca de 21,6 millones de personas trabajando.
La jornada laboral de 40 horas está en vigor desde 1983, cuando se redujo desde las 48 horas semanales anteriores. Ahora, más de cuatro décadas después, el país se prepara para un nuevo cambio histórico en el mundo laboral.