El presidente de Rusia, Vladímir Putin, rechazó este miércoles la propuesta de su homólogo ucraniano, Volodímir Zelensky, de reunirse en Estambul el 15 de mayo para acordar un cese al fuego por 30 días.
Esta iniciativa, respaldada por Estados Unidos y la Unión Europea, buscaba frenar temporalmente las hostilidades en aire, mar y tierra como primer paso hacia una solución negociada del conflicto.
A pesar de que el Kremlin ha declarado su disposición a negociar la paz, Putin no ofreció explicaciones por su negativa y optó por enviar una delegación de bajo perfil encabezada por Vladimir Medinsky, su asesor en historia y presidente de la unión de escritores de Rusia.
Rusia envía delegación sin poder de decisión
Junto a Medinsky, el grupo ruso lo integran Mijail Galuzin, viceministro de Exteriores; Aleksandr Fomin, viceministro de Defensa; e Igor Kostiukov, director del GRU.
Analistas coinciden en que este equipo carece de facultades para tomar decisiones y solo reiterará la postura rusa: negociar sin cesar las hostilidades.
EE.UU. reacciona y pospone viaje de mediadores
El retraso del Kremlin en confirmar su delegación provocó que Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, y el asesor especial Steve Witkoff pospusieran su viaje al viernes.
Los medios internacionales esperaban que figuras clave como el canciller Serguéi Lavrov lideraran la representación rusa, lo cual no ocurrió.
Pasada la medianoche en Moscú, aún no se sabía si Ucrania aceptaría reducir el nivel de su delegación. Esto podría generar una situación insólita: Zelensky esperando a Putin y los delegados rusos esperando a funcionarios ucranianos.
Así, tanto Moscú como Kiev podrían alegar ante el presidente Donald Trump que fue la otra parte la que evitó negociar.