El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, declaró este sábado que el Vaticano podría convertirse en una sede viable para las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania. 

La afirmación retoma la histórica disposición de la Santa Sede a servir como puente diplomático, reforzada recientemente por el papa León XIV, quien ha prometido hacer “todo esfuerzo” para contribuir al fin del conflicto.

Rubio, quien se encuentra en Roma, habló con la prensa antes de reunirse con el cardenal Matteo Zuppi, encargado por el Vaticano para abordar la situación en Ucrania. Según indicó, la reunión abordaría posibles formas de colaboración con la Santa Sede, así como el estado actual de las conversaciones y los pasos futuros.

Al ser consultado sobre el papel que podría desempeñar el Vaticano, Rubio aclaró: “No lo llamaría mediador, pero ciertamente creo que es un lugar al que ambas partes se sentirían cómodas yendo”. 

Añadió además su agradecimiento por la disposición del Vaticano a desempeñar un rol “constructivo y positivo”.

Con una larga tradición de neutralidad diplomática, el Vaticano ha ofrecido sus servicios como facilitador desde los primeros días de la guerra, iniciada el 24 de febrero de 2022. Sin embargo, su papel fue limitado a medida que el conflicto se intensificaba. Aun así, bajo el mandato del papa Francisco, el cardenal Zuppi logró algunos avances puntuales, como la facilitación del regreso de niños ucranianos trasladados a Rusia y ciertos intercambios de prisioneros.

Ahora, con la elección de León XIV —el primer papa estadounidense de la historia— el compromiso vaticano parece renovarse. Apenas unos días después de su elección, el pasado 8 de mayo, León XIV reiteró el llamado a la paz durante su primera bendición dominical. 

En un tono firme, instó a todas las partes a buscar “una paz auténtica, justa y duradera”.

El nuevo pontífice, quien en su etapa como obispo en Perú calificó la invasión rusa como una “invasión imperialista”, reafirmó esta semana su compromiso personal: 

“Haré todo esfuerzo para que esta paz prevalezca”. 

En un discurso dirigido a los fieles de rito oriental, incluyendo a la Iglesia Católica Griega de Ucrania, exhortó a los bandos enfrentados a sentarse y negociar. Por su parte, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, reiteró la disposición de la Santa Sede a ofrecer su sede para conversaciones directas. Lamentó el fracaso de las recientes negociaciones en Estambul para alcanzar un alto el fuego, calificándolo como “trágico”.

Parolin recordó que el Vaticano ya ha desempeñado un papel clave en la diplomacia internacional, como en 2014, cuando facilitó las históricas conversaciones entre Estados Unidos y Cuba que condujeron a la reanudación de relaciones diplomáticas. 

Ahora, el escenario se prepara nuevamente para que la Santa Sede pueda desempeñar un papel crucial en la búsqueda de la paz.