El gobierno del Reino Unido anunció este martes la suspensión de las negociaciones de libre comercio con Israel y la imposición de sanciones a colonos israelíes en Cisjordania, en respuesta directa a la intensificación de la ofensiva militar israelí en Gaza.
ISRAEL ESTÁ PREOCUPANDO A SU ALIADO ‘FAVORITO’
La medida llega mientras Israel hace frente a la creciente presión de varias naciones, tras casi tres meses de bloqueo de ayuda humanitaria en Gaza que han provocado alertas de hambruna inminente.
Incluso Estados Unidos, uno de los aliados más cercanos de Israel, ha manifestado su preocupación por la crisis alimentaria en la región.
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, explicó que el gobierno británico “no puede continuar las conversaciones comerciales con un gobierno que implementa políticas atroces tanto en Gaza como en los territorios ocupados de Cisjordania”. Lammy detalló que las sanciones incluyen a tres individuos, dos asentamientos considerados ilegales y dos organizaciones vinculadas a actos de violencia contra palestinos.
Según el canciller británico, los asentamientos israelíes ilegales en Cisjordania están creciendo “con el respaldo explícito del actual gobierno israelí”, lo que agrava aún más la tensión en la región.
Desde Israel, la respuesta no tardó en llegar. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Oren Marmorstein, calificó las sanciones como “injustificadas y lamentables”, y aseguró que las negociaciones comerciales con Londres no estaban avanzando de todos modos.
La decisión británica se enmarca en una postura cada vez más crítica por parte de aliados occidentales. El primer ministro Keir Starmer ha calificado el sufrimiento de los niños en Gaza como “totalmente intolerable”, reiterando su llamado a un alto el fuego inmediato.
En otro gesto diplomático significativo, la embajadora israelí en Londres, Tzipi Hotovely, fue convocada por el Ministerio de Relaciones Exteriores británico. Allí, el ministro para Oriente Medio, Hamish Falconer, tenía previsto expresar su rechazo al bloqueo de ayuda en Gaza, al que describió como “cruel e indefendible”.
El Reino Unido no está solo. Starmer se unió recientemente al presidente francés Emmanuel Macron y al primer ministro canadiense Mark Carney para lanzar una de las críticas más contundentes hasta la fecha por parte de aliados cercanos de Israel.
En una declaración conjunta, advirtieron que tomarán “acciones concretas” si el primer ministro Benjamin Netanyahu no detiene la ofensiva militar y no facilita el acceso de ayuda humanitaria.
Netanyahu, por su parte, desestimó la declaración, considerándola “un gran premio para Hamás”. Starmer insistió en que un alto el fuego es la única vía viable para liberar a los rehenes en manos del grupo y para aumentar el flujo de asistencia hacia Gaza.