La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó públicamente las redadas migratorias realizadas en Los Ángeles, donde 35 mexicanos fueron detenidos, y llamó a las autoridades estadounidenses a dejar de criminalizar a los migrantes.

En un acto en Cholula, Puebla, Sheinbaum recalcó que quienes emigran lo hacen para mejorar su calidad de vida y no representan una amenaza.

“¡No son criminales! ¡Son hombres y mujeres de bien!”,

expresó enfáticamente al defender a los connacionales afectados por las redadas. También destacó que muchos de ellos han contribuido al desarrollo económico de Estados Unidos durante años, por lo que merecen respeto y reconocimiento.

La mandataria insistió en la necesidad de una “reforma integral migratoria” basada en el diálogo y en un enfoque humanitario.

“No estamos de acuerdo con esta forma de atender el fenómeno migratorio, no es con redadas ni con violencia”,

afirmó, en respuesta al despliegue de la Guardia Nacional ordenado por el presidente Donald Trump para contener las protestas suscitadas tras las detenciones.

Sheinbaum informó que la red consular mexicana ya brinda asistencia legal a los detenidos y sus familias, y aseguró que el gobierno mexicano está atento a la situación. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) también expresó su “profunda preocupación” por los operativos y reiteró su rechazo a “las prácticas que criminalizan la migración”.

La cancillería subrayó que la migración debe ser atendida desde una visión “integral, humana y con corresponsabilidad regional”, mientras intensifica campañas informativas en Estados Unidos para que los mexicanos conozcan y ejerzan sus derechos.

Aunque el gobierno mexicano también ha endurecido sus políticas migratorias en los últimos años, Sheinbaum reiteró su compromiso con la defensa de los derechos humanos de los migrantes, especialmente ante prácticas que considera inaceptables.