Por orden de su presidente Masoud Pezeshkian, Irán suspendió la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en respuesta a los ataques aéreos de Estados Unidos e Israel contra sus instalaciones nucleares.

Esta medida representa un nuevo golpe a los esfuerzos de supervisión internacional sobre el controvertido programa atómico iraní, que ya ha alcanzado niveles de enriquecimiento de uranio cercanos al grado armamentístico. La orden presidencial no detalló plazos ni especificó el alcance de la suspensión, aunque se basa en una ley recientemente aprobada por el parlamento iraní y ratificada por el poderoso Consejo de Guardianes. 

Según el proyecto legislativo, la cooperación con el OIEA bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) quedará detenida hasta que se garantice la seguridad de las instalaciones nucleares iraníes y de su personal científico.

El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, aseguró en una entrevista con CBS News que Teherán aún estaría dispuesto a retomar negociaciones con Washington. 

“Las puertas de la diplomacia nunca se cerrarán por completo”, afirmó, aunque reconoció que no cree que las conversaciones se reanuden tan pronto como sugiere el presidente Donald Trump.

UN PATRÓN TÁCTICO 

Irán ya ha limitado el acceso del OIEA en el pasado como táctica de presión en las negociaciones con Occidente. Sin embargo, hasta ahora no ha habido señales claras de que Teherán planee reiniciar el diálogo con Estados Unidos, interrumpido tras la reciente guerra de 12 días con Israel.

Un diplomático familiarizado con las operaciones del OIEA, que pidió anonimato, indicó que los inspectores aún permanecen en Irán y no han recibido órdenes de retirarse. Mientras tanto, la agencia de la ONU aguarda una notificación formal para conocer el alcance real de la decisión.

REACCIÓN INTERNACIONAL

La suspensión fue duramente criticada por Israel. 

“Irán acaba de emitir un anuncio escandaloso”, escribió en X el ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, quien pidió a las naciones europeas aplicar la cláusula del acuerdo nuclear de 2015 que restablecería todas las sanciones de la ONU si se detecta un incumplimiento iraní. 

Cabe destacar que, aunque se presume que Israel posee armas nucleares, el OIEA no tiene acceso a sus instalaciones.

INCERTIDUMBRE SOBRE EL FUTURO DEL PROGRAMA

Por ahora, no está claro cómo implementará Irán esta suspensión. Dado el poder del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y la estructura teocrática del país, las autoridades podrían aplicar la ley de forma parcial o estratégica.

Pese a la gravedad del anuncio, expertos señalan que Irán no ha llegado a romper por completo con el OIEA ni ha abandonado el TNP, una posibilidad que habría desatado una crisis internacional mayor. No obstante, el país ya posee suficiente uranio enriquecido al 60% como para fabricar varias armas nucleares, si lo decidiera.

UN ACUERDO EN EL LIMBO

El acuerdo nuclear de 2015, alcanzado bajo la presidencia de Barack Obama, limitaba el enriquecimiento iraní al 3,67% y otorgaba al OIEA un rol clave de supervisión.

Pero en 2018, el entonces presidente Donald Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del pacto, calificándolo de insuficiente y sin controles adecuados sobre el programa de misiles iraní. Desde entonces, las tensiones se han intensificado con ataques marítimos, sabotajes y el avance sostenido del programa nuclear iraní, que según Teherán sigue teniendo fines pacíficos. 

Sin embargo, tanto el OIEA como agencias occidentales sostienen que Irán mantuvo un programa armamentístico organizado al menos hasta 2003.