Hoy, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó las posibles sanciones aéreas por parte del gobierno de Estados Unidos, en respuesta a una supuesta presión mexicana para que aerolíneas de carga estadounidenses abandonaran el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

¿México obligó a empresas estadounidenses a no operar en el AICM?

El tema surge después de que el presidente Donald Trump acusara a México de forzar a empresas aéreas de carga a dejar de operar en el AICM, una declaración que se suma a tensiones recientes entre ambos países.

Sheinbaum aclaró que, hasta el momento, el gobierno mexicano no ha recibido una notificación formal por parte de la Secretaría de Transporte de Estados Unidos, aunque anticipó que podría llegar en los próximos días. 

“Parece que van a notificar en esta semana y hay que ver exactamente a qué se refiere”, explicó.

Decisiones sobre el AICM se basan en la seguridad de los demás 

La mandataria subrayó que México es un país soberano y que las decisiones sobre la operación del AICM están fundamentadas en razones técnicas y de seguridad. 

“Desde 2014 hubo una publicación de la saturación del AICM”, recordó, señalando que dicha situación ya justificaba desde entonces la búsqueda de nuevas alternativas aeroportuarias.

Sheinbaum contextualizó el origen de los problemas del AICM y retomó el debate sobre la cancelación del aeropuerto de Texcoco, una decisión que ha sido ampliamente discutida en el país. Recordó que durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, se planteó cerrar el AICM para construir un nuevo aeropuerto en terrenos ejidales, lo que provocó protestas, especialmente en Atenco.

“La represión en Atenco fue muy violenta”, afirmó, al tiempo que denunció que en ese momento se pretendía comprar tierras ejidales a precios irrisorios, ofreciendo hasta siete pesos por metro cuadrado.

En su defensa del actual modelo aeroportuario, Sheinbaum destacó que el suelo de Texcoco presentaba serios problemas para la construcción de una terminal aérea. 

“Un suelo arcilloso tiene muchos problemas, es barro. Cuando se seca es como polvo y cuando está húmedo es como plastilina”, explicó, advirtiendo que ese tipo de suelo no es adecuado para una pista de aterrizaje debido a su inestabilidad.

Finalmente, destacó la importancia ambiental de la zona donde se planeaba el aeropuerto de Texcoco. 

“Es un reservorio muy importante principalmente para la contención de avenidas de agua y no inundaciones en la Ciudad de México y el Estado de México”.