El gobernador de Florida, Ron DeSantis, informó que el centro de detención migratoria Alligator Alcatraz, ubicado en un antiguo aeropuerto en los Everglades, ha comenzado a operar como un “hub” para deportaciones.

Desde su apertura, se han realizado vuelos que han deportado directamente a más de 100 migrantes, mientras que otros 300 a 400 han sido trasladados a diferentes estados para su deportación desde allí.

DeSantis destacó que este centro facilita las operaciones aéreas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debido a su ubicación estratégica y su capacidad para albergar a miles de detenidos.

Condiciones y críticas
Alligator Alcatraz ha sido objeto de críticas por parte de defensores de los derechos humanos y organizaciones civiles.

Se han reportado condiciones inhumanas, como hacinamiento, falta de acceso a atención médica adecuada y restricciones en la comunicación con abogados.

Además, algunos detenidos han denunciado haber sido presionados para aceptar la deportación sin acceso a un proceso judicial adecuado.

Un juez federal ha ordenado la entrega de información sobre el funcionamiento del centro, mientras que se investiga su legalidad y la autoridad gubernamental que lo supervisa.

Construcción en tiempo récord
El centro de detención fue construido en un antiguo aeropuerto en los Everglades en un plazo de ocho días, utilizando poderes de emergencia otorgados al gobernador DeSantis.

La instalación está diseñada para albergar hasta 5,000 detenidos y cuenta con estructuras temporales como tiendas de campaña para alojar a los migrantes.

La elección de la ubicación, rodeada de caimanes y pitones, busca dificultar los intentos de fuga.