La Secretaría de Economía anunció que se analiza imponer un arancel del 50 % a los vehículos asiáticos que ingresen al país.
El argumento oficial es que muchos de estos autos llegan con precios artificialmente bajos, lo que genera una competencia considerada desleal frente a la industria mexicana.
Objetivo: blindar empleos y cadenas productivas
El gobierno sostiene que con esta medida se protegerían más de 300 mil empleos ligados a la industria automotriz.
También se busca dar mayor solidez a la cadena de proveeduría instalada en estados clave como Puebla, Guanajuato y Nuevo León, donde se concentran armadoras y fabricantes de autopartes.
Tensiones internacionales
El anuncio no solo responde a una lógica interna.
Expertos advierten que forma parte de un reacomodo geopolítico, pues Estados Unidos ha presionado a México para que frene la entrada de vehículos de origen chino y reduzca su dependencia tecnológica y manufacturera de Asia.
Además de los autos, se plantean incrementos de entre 10 % y 50 % en textiles, motocicletas, acero y juguetes, lo que anticipa un reacomodo en varios sectores de consumo.
Riesgos para consumidores mexicanos
Mientras el gobierno defiende la medida, analistas señalan que un arancel tan elevado podría encarecer los precios de los automóviles nuevos, dificultando el acceso a sectores de clase media que habían encontrado en las marcas asiáticas una opción más accesible.
El reto, dicen, será equilibrar la protección a la industria sin golpear la economía de los consumidores.
El fantasma de un “muro comercial”
Algunos analistas comparan esta política con un “muro comercial” que podría frenar la expansión de marcas como BYD o Changan, que habían logrado abrirse paso en México con vehículos eléctricos y de bajo costo.
La discusión no solo gira en torno a lo económico, sino al mensaje político: México estaría mandando una señal de alineamiento con la estrategia de Estados Unidos frente a China, lo que podría traer nuevas tensiones diplomáticas en la región.
Con información de Infobae .